Sombras: de J. Javier Terán

Cuando a veces mi mente se escapa de mí y fantasea, sueña que por momentos mi sombra se funde con la tuya al caminar, y entonces todo mi ser sabe que voy a tu lado. Parejas y uniformes ambas sombras, sé que recorremos la ciudad uno al lado del otro. Y si en un momento del camino te escondes tras una esquina jugando a ser niños, tu sombra te delata y te localizo al instante.
Pero otras veces sueño que atardece con el sol casi en su ocaso, y veo una única sombra, la tuya, alargada y estilizada, caminar sola en una dirección no definida. Entonces mi mente quiere emprender un camino veloz detrás de ti, y mi sombra, aún a pesar de estirarse todo lo posible, pues la luz del sol está declinando casi en su totalidad, no consigue alcanzar tu yo para poder finalizar el día a tu lado.
Y ya, cuando el sueño está a punto de concluir, atisbo que mi voz al llamarte puede haber llegado hasta ti, porque al cabo de unos minutos te detienes a contemplar el paisaje. Es el tiempo justo que mi sombra necesita para ponerse a tu altura. Y tras mi sombra, todo mi ser completo.
Cuando emprendemos juntos, nosotros y nuestras respectivas sombras, el camino de vuelta a la ciudad, mi sueño se esfuma con total delicadeza y deja de ser.
J. Javier Terán.


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