Una Venus en mi lecho







Amor. . .
. . .Quédate así en mi cama,
apoyada sobre tu costado.
quiero sentir la sensual desnudez de tus caderas  de bahía,
y apasionar mis ojos en las turgentes costas de
tus muslos bronceados.


Permíteme admirar el blondo paisaje
que divide en dos islas
la  marisma que enmarca los carnosos labios
de tu volcánico arrecife,
donde encalla un beso . . . .
.  . . .ahogado de pasión. . . .
y de poesía.


Navegaré en tu espalda como un ave de brisa
que impulse tus alas con atrevidos besos.


Remaré con mis labios
entre tu mar de piel,
y al decir que te amo,
sumergiré mi ancla entre
el coral goloso de tu flora submarina.


Y al sentir que me ahogo
agitarás tus islas con pasión infinita, y . . .
En un vaivén profundo,
seremos una ola,
formando un maremoto.


 

Publicado el por  Greg D.

Comentarios

  1. Navegaré en tu espalda como un ave de brisa
    que impulse tus alas con atrevidos besos.

    Bello poema, y como siempre, muy sensuales tus letras... Greg.
    Un beso, Mía

    ResponderEliminar
  2. Desde el principio hasta el maremoto... me ha gustado todo el desarrollo. Te felicito.

    ResponderEliminar
  3. Bello poema amigo poeta, bello,bello como un orgasmo infinito.
    Boa noite
    Bikos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario