Para llegar a ti



Regálame tu voz, pequeño rapaz.

Para estrenar tu nombre de halcón me pides que te regale unas alas.

Aquí estoy yo estrenando año desde el Imperio Antiguo.

Nunca te sentí Dios, porque eres solo un hombre.

Ni formamos parte de la tríada osiriaca: Horus Isis y Osiris.

Aun con el tiempo llegaste a mí, contando las historias de emperador de un Dios.

Así tu aliado: El mayor de los iconos.

Como el más heroico conquistador Alejandro Magno, de Alejandría
recuérdame en el puerto que arribes cada día.


Cuando fui tu Sidurí, tabernera que ahuyentaba el miedo de los dioses contra el megalómano tirano vilipendiado.

Abrazaba miradas de miles de adioses.

© Araceli García Martín 

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