Gozo sublime


Apoyo mis manos
sobre tu caliente vientre,
resbala tu placer
sobre de ellas.


Labios como volcán
saborean
tu dulce néctar,
el deseo se hace
más intenso
son cuerdas de guitarra
tensas para luego estallar
en melodías celestiales.


Penetro tus entrañas y
como un niño asustado
por una noche de tempestad,
grito mi silencio dentro ti.


Recubiertos estamos
de sola carne y
no tenemos necesidad
de palabras pero asidos
restamos piel sobre piel.


Sangre de ella sobre,
mi desnuda espalda,
tus dedos clavados
como sutiles hojas de Placer.


Bramido que se pierde
en nuestras mudas bocas,
la noche enmudecida
sublime es el gozo
que se pierde en el aire.




© Greg D.

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