Hasta el cuarenta de mayo
no te quites el sayo
y si vuelve a llover
vuélvetelo a poner .
En la vida todos jugamos al juego
de el tren y sus vagones.
Quería ser la máquina,
ir delante poner mis fuerzas en ello.
Quería sentirme rompiendo el viento,
cruzando montañas, cortando mi aliento.
Saber que podía conseguir ser
y en ello todas mis fuerzas y todo mi ego..
Que bonito es ser vagón, sentirse así.
No quería que nadie tirase de mí
Pero el estar aquí compartiendo
mi tiempo me alegra el día.
El disfrutar del canto de una nana.
las palabras románticas del enamorado.
Sentir el calor de esos cuerpos juntos a mi lado,
compartir los sueños de los jóvenes y su futuro.
Desear llegar a casa con gran ilusión
de encontrarse de nuevo con las personas amadas
en general comunicarse entre sí.
El viento refresca mi cara
con el olor a campo y a tierra mojada...
Hasta el cuarenta de mayo
no te quites el sayo
y si vuelve a llover
vuélvetelo a poner.
© Imagen; Mayte Martínez Caro
© Araceli García Martin.
® Granada-España
Ándale, me acabo de enterar... qué eres "un vagón", que buenísimo... jajajajajajajajaja...
ResponderEliminarNunca lo hubiera pensado... Araceli...
¡Me gusta, está muy bien tú poema!
Besos, Mía
Si querida Mia, eso de ser maquina desgasta mucho, jajajajaja...
ResponderEliminarEl ser vagón te da la capacidad de conocer muchas vidas de forma contemplativa. disfrutar de ello relajada . Algo que cómo maquina es totalmente imposible...
Muchas gracias . besos.
Muy lindos versos
ResponderEliminarser vagón de primera está bien pero ser el último cansa mucho.
saludos
El caso es … que se llegue al destino Corazón. y dure más o menos aquí seguimos - Gracias Gaviota.
ResponderEliminar