UN RETRATO


amapolas libro
No me mires, Amor, que me derrites.
Fundida estoy al hondo de tus ojos,
descubro tus anhelos si persistes
y encuentro en tu mirada mis antojos.
Ese gesto sensual en que adivino
que me sabes de ti enamorada.
No intentes ocultarlo; ya he notado
que tú sabes en mí lo que provoca.
Cuando piensas en mí, te estoy pensando
y ha poco que voy imaginando que,
de algún modo, te has ido enamorando
y me buscas en silencio por las noches
adherido tu cuerpo a mi costado,
susurrando de amor tus intenciones.
Tengo el cuerpo colmado de pasiones
y el alma ya, sin huellas de abandono
Amo tu alma, tu cuerpo y tu mirada
desde el mudo retrato en que me observas,
elocuentes mis versos se desangran
en tus ojos que atentos me desvelan.
¡Mira siempre! que yo te estoy mirando.
Corro un dedo y voy acariciando tus sienes,
tu boca, esos labios que tanto me provocan.
Aún persiste el amor que eterno te jurara
y nunca imaginé, densa locura refrendara,
a un retrato que mudo, me… mirara.


©Yolanda Arias Forteza

Comentarios