UN SUSPIRO

 

Hoy suspiré por ti, espontáneamente.
Tan hondo fue el suspiro, que persiste
Y me obliga a escribir un verso… triste.
En tu letra me encuentro prisionera.
Barrotes del amor que ni el dolor altera,
Mas cárcel es que, cielo pareciera…
Cierto es que no habremos de mirarnos,
Ni mi rostro apoyaré en tu pecho
Tu mano no habrá de recorrerme
Ni habrá entregas de amor en nuestro lecho.
Y qué importa, mi bien, te he degustado
En mil maneras como tú has amado,
En cada pensamiento has ilustrado
Lo que eres, quien fuiste y tus pertrechos.
De mil formas te amé, de mil maneras,
De mil formas, calmada, sin reposo,
Y me jacto. También, te he poseído,
Libre, plena, sin tara ni decoro.
Te he vivido exultante, en abandono,
Reflexivo, sereno, apasionado,
Como amante atrevido, o caballero.
Defensor de maltratos y de oprobios, de seres
Desvalidos y pequeños, de pájaros… caídos.
De tu vida, poeta, yo he tenido
Sin apenas notarlo y menos merecido,
Mucho más de lo que hayas ofrecido a la amiga,
La amante, hasta a la amada; pues, en cada letra,
En el abecedario, en las palabras todas que tú eliges,
Está tu idea, y todo lo que atañe a tus sentidos,
Yo te digo, sin duda has, sido… mío.
Amar sin recibir no es servidumbre,
Amar de esta manera es… embeleso.
Prudente, en el invierno, ya no lucho,
¡Quien dijera! de ti me he enamorado,
Por cómo eres, de todo tu… pasado.
En mí vives eterno, sublimado,
Cómo un dios al que nunca tendré acceso.
Usurpo tus ofertas, me adjudico,
Sin que puedas abortar mi felonía.
Tal vez, pienso, tal vez sólo es por eso
Que mi vida recobra su sentido.
A veces me pregunto si hay alguna
Que a este límite, impropio, haya llegado
A escuchar de tu pecho los gemidos
Indagando de tu alma y tus sentidos.
Si la hubiera, ¡qué importa! yo he tenido,
De tus versos lo que más has querido
Y al pensarme, tal vez hasta, un… suspiro.

Comentarios

Publicar un comentario