Nunca le propuse
Nunca le propuse leer, él era..."contrario a la lectura".
Pero yo leía a su lado para que me viese y crear expectativas,
despertando su curiosidad, le decía:
¡Esto de la lectura es de adicción y locura!.
Siempre le leía algo
Un buen día me preguntó
-¿Que pone?.
Le miré y le pasé el libro.
Empezó a leer.
Allí salió la lectura
conectando en su corazón.
Ardiente y plena, con su juventud fogosa.
A partir de aquél momento,
algo cambió entre los dos.
El tenía una entonación exquisita.
Apoyaba el libro de lectura en la palma de sus manos,
y lo sujetaba con la suavidad de sus largos dedos.
Así fue tomando él solo
los libros de la biblioteca.
Finalmente, la lectura
se enamoró de él profundamente.
Una tarde fresquita de abril,
ella
le tomó de la mano
dentro de un torbellino de letras,
se lo llevó de aquí.
¡Solo me duele,
que se marcharan
sin despedirse de mi!
© Araceli García Martín
Hermoso poema! Gran imaginación. Delicada tarea de encender sonrisas y lágrimas.
ResponderEliminarQuerida amiga Gloria, gracias por venir y dejar tus floreado comentario. vamos saltemos, saltemos entre las sonrisas y las lagrimas que sean siempre de emoción. Tu gran ternura siempre acompañándonos. Un abrazo grande y gracias por venir.
ResponderEliminarSi que este poema con tu amor a las letras , hacer leer a todo el que te lea , pienso que con tu gracia y sencillez a tu lado todo se puede hacer .
ResponderEliminarMi querida Araceli eres estupenda, un gran abrazo... te espero pronto-!!
Tu gran cariño al mundo, amor a la vida, a la humanidad, sensible alma la tuya. El gran honor de ver tan amable comentario. Siempre tan apreciada amiga cariños querida Matilde.
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