Tiene látigos en vez del olvido quiso llegar,
por no ser más
entre remiendos lleva su ser
por no ser menos que los demás,
no quiere ser pasto de las llamas
están abogados a ese olvido
cuando vienen del más allá
aquel, el que se voltea
ese que resortes tiene,
y anillas redondas mastica
su final, es áspero y machacón
largo su cuello liso y andrajoso
no sabe, que lo lleva arrastrando
las semillas de su tapia se han roto,
ya no tiene ni enganches al más allá
sedales en el cogote, se le han puesto
hierven las andadas de rastreador incansable,
dejó de ver las verdades y se asomó al vacío
es indiscutiblemente asemejado a un madero inerte
setales tiene delante y ni se entera
ruge como un cosaco,
no guardará sus agallas en un cajón
le faltan botones para ser un pedestal,
ni tan siquiera lleva cremallera en su garganta
sobresalen los tirantes y se le caen los estandartes
repetidor incansable,
de historias por contar
pegamento en los bolsillos,
rudos modales cuadrúpedos
se sirve de artimañas,
no vence a las retahílas
por no saber más de la cuenta
se cree un sabelotodo y es un menos nada
reparte bofetones piadosos en vez de caricias remilgadas
es mejor así, más ni oírle se puede,
no sabe hablar normal
lleva solapas encastradas
como si fuesen insignias relucientes,
ya ni se le ven las pestañas que carece de líneas
recurre demasiado a las ventanillas
cuando las trencillas se desgastan
tiene látigos en vez de corazón
hurgan sentimientos,
y deshace hiladas
al morder el suelo de piedras,
se caen algunas veces y tropiezan
son tan fuertes, que vuelven a resurgir
dientes se les aprecian,
salir de su morada
entre las vergüenzas y las carcajadas,
algunas veces les dieron puntapiés
otras los devolvieron con ganas,
lengua fuera en más de una ocasión
agotados, hasta las hilachas
no se podría mirar su interior
calza hollines, en vez de sentimientos
y tan negros son sus comienzos, qué
latas acongojadas acumula
en esa puntera achatada,
remendada hasta los arbustos más agrestes
hilvanes reviejos, ascienden por las barbas
su interior ennegrecido por el tiempo
viste sus profundidades magnas,
le llegan sus adentros
hasta el más hondo pesar,
aquellos años endebles tuvo
demasiados contuvo y se sienten cansados,
los caminos anduvieron
las pisadas, se los van comiendo
se han convertido en despojos del ayer
el presente lo miran despacio
al igual, qué sus latentes tiempos
ven la gente pasar, pero no les sienten
llevan tanto tiempo
descansando… qué a pesar de ello,
aún se sienten fuertes, para seguir
en la estructura de su relación con el mundo
Poema nº. 24/2014
© Mía Pemán
La imagen es de la red, y pertenece a su propio enlace: 123rf.come corazón
Simplemente... imposible. Sólo tú, Mía revistes lo gastado de... poesía.
ResponderEliminarel presente lo miran despacio
ResponderEliminaral igual, qué sus latentes tiempos
ven la gente pasar, pero no les sienten
llevan tanto tiempo
descansando… qué a pesar de ello,
aún se sienten fuertes, para seguir
en la estructura de su relación con el mundo
Muy bueno... Yolanda, me agradan un montón tus apreciaciones, son demasiado especiales y llenas de cariño, esas letras mías...
Un enorme beso, Mía