¡Y no llegaste aquella noche…!



La otra noche te esperaba también, ¡sí, tú lo sabes!, como cada nueva noche de madrugada…. Pero al alcanzar el reloj la hora acordada, nuestra particular “hora bruja” de las doce, no llegaste hasta mí, no apareciste del otro lado del ordenador, y nuestro chat diario, donde nos conociéramos un buen día y luego tantos buenos momentos de conversación y conocimiento mutuo nos reportara a través del tiempo, de pronto quedó huérfano de ti, de tus palabras escritas, de tus emociones, de tu cariño, de tus sentimientos, de tu vida y la mía, en fin. Y yo también me quedé solo del otro lado del mundo, esperando algo que posiblemente no llegara, al menos aquella noche.

Me dolió tu ausencia y me desilusioné esperándote. Y, a la par, aquella madrugada me hice mil composiciones de lugar diferentes. Porque intuía un punto y aparte a partir de aquel momento.

Y es que ese fue, en efecto, el inicio de muchas más ausencias en las noches siguientes. Sin motivo aparente para ello, quise adivinar, pero que terminó en silencio y sin que el chat me avisase ya de que tenía un nuevo mensaje tuyo…

No llegaste aquella noche y tampoco llegaste las siguientes, perdiéndose el rastro de tu perfil en la red en el abismo de la inmensidad del mundo.

Y lo peor de todo, es que no sé dónde debo acudir para rescatarte para mi presente. Albergo aún esperanzas de que quizás algún día el chat me avise de que tengo un nuevo mensaje tuyo….

Entretanto, y cuando la emoción me envuelva e intente poderme, deberé conformarme con traer al presente los bonitos recuerdos que guardo y guardaré siempre de aquellos chats de media noche contigo, y nuestros secretos para con el mundo…

© J. Javier Terán

Comentarios

  1. Encuentros y desencuentros... expectación constante entre la esperanza de saber y el temor de perder al ser deseado, al... amado.

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  2. cuantas veces nos pasa enamorarnos de ese ser del chat y de pronto desaparecer y preguntarnos donde habra ido, abre dicho algo mal sonante,como siempre me cautivas, felicidades amigo.

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  3. Ay... los chats y sus controversias, nos llevan de cabeza y luego, la espalda se nos cae a trozos, sin saber nunca una respuesta acorde... ¡Qué malos son mensajes que al borde de un camino se quedan, sin saber respuestas y ni tan siquiera se vuelve a decir nada de nada!
    Enmudecen los sentires y se quedan mudos en la agonía de las esperas distanciadas...
    ¡Precioso relato, qué en una carta se ha convertido!
    Eres conocedor de sabidurías y dejas siempre un algo que hilvanar sabes, como los encantos que las letras dicen llevar en su haber de historias por contar a trocitos... José Javier...
    Un abrazo,

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  4. Gracias, Mía. Siempre sabes poner el punto poético al tema. Eso tiene su "arte", no te quepa duda. Un abrazo.

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  5. Gracias, Manoli, por tus palabras. Son sentimientos que de pronto prenden en mí y se convierten en líneas de un texto, donde las palabras lo dicen todo. Un abrazo.

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  6. Es cierto lo que dices, Yolanda. Muchas gracias por tus palabras.

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  7. Pues, don José Javier, es qué, son verdad muchas cosas y hay que saber ponerlo, sin tocar venas sensibles, que para eso, ya están los días demasiado acalorados este año...
    Un abrazo,

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