¡Cómo olvidarte!



¡Cómo olvidarte! hoy todavía..., si siempre has formado parte de mí.

¡Cómo olvidar nuestros primeros encuentros a solas y nuestros primeros besos al despedirnos en tu portal!. Y luego ya en aquel parque de nuestra ciudad al atardecer y cuando la luz mermaba en intensidad; porque al principio nos preocupaba el que con la luz del día alguien nos pudiese ver. ¡Éramos todavía unos críos tan solo…! Pero fuiste mi primer amor; y yo el tuyo.

Quedábamos cada sábado y cada domingo la pandilla de chicos y chicas y salíamos por ahí a divertirnos. Y lo pasábamos fenomenal en grupo, entreteniéndonos por aquí y por allá, festejando la tarde de mil maneras diferentes, y siempre en pandilla.

Y de pronto un día: una mirada, un gesto, una palabra, una frase o un no sé qué, hizo que surgiese esa química tan especial entre nosotros y sintiésemos que debíamos vernos a solas, manifestarnos nuestro incipiente amor y hablar de nuestras cosas. Y comenzamos a quedar a solas en momentos que el grupo no se reunía, iniciando así nuestros primeros escarceos amorosos.

Pero cuando el grupo quedaba, regresábamos a él, porque formábamos parte de él y también nos gustaba divertirnos con todos nuestros amigos; aunque la preferencia ya estaba hecha y aun compartiendo charla y diversión con todos, procurábamos estar siempre uno al lado del otro…

Hasta que ya un día, al hilo de formarse alguna que otra pareja más en su seno, la pandilla como tal se desmembró, si bien continuaron las reuniones de todos en bastantes ocasiones a lo largo del año, con cualquier disculpa que alguien inventaba de pronto.

Nuestra relación personal era fuerte y siguió viva durante algunos años, viéndonos y manifestándonos nuestro amor el uno para con el otro y estando a gusto y divirtiéndonos en cada uno de nuestros encuentros.

Pero al finalizar nuestros estudios y tener que iniciar la actividad laboral, mi destino me obligó a alejarme de ti muchos kilómetros en la distancia, incluso mediando el mar de por medio…

Y aunque nuestra comunicación vía redes sociales fue tan abundante y asidua que casi solo faltaba podernos tocar para advertir que seguíamos enamorados el uno del otro, las circunstancias laborales, la distancia insondable que nos separaba, las condiciones y las nuevas realidades del día a día de todo ello, hicieron que poco a poco la llama de nuestro amor se fuese apagando, sin poder saberse claramente de qué parte comenzó primero.

Si bien, supongo que eso importe poco…El caso es que, en la práctica, perdimos la relación que habíamos mantenido día a día en el tiempo.

Hasta que, uno de estos días, al haber vuelto a contactar casualmente, vía redes sociales de nuevo, y contarnos apresuradamente las incidencias de nuestras respectivas vidas en estos años, hemos conocido que, por circunstancias varias, ambos hemos fracasado en nuestras respectivas relaciones de pareja.

Y, como el azar ha querido que las vacaciones de verano de este año vayan a realizarse en buena parte en nuestra ciudad de nacimiento y que acogiera también nuestras correrías en pandilla de nuestros años jóvenes y luego nuestra particular relación amorosa, hemos concertado de mutuo acuerdo una cita para saludarnos y reencontrarnos con nuestros recuerdos de aquel entonces; con visita obligada a nuestro parque, testigo de nuestro primer amor…

Con el presentimiento de que nuestro reencuentro nos reportará un agradable y feliz día, y que nuestra cita pueda, quizá, remover aquel viejo amor y trasladarlo al presente con nuevas perspectivas de futuro, acudo hoy puntual a la cita con la chica que, en el pasado, fuera mi primer amor de juventud…

¡Ardo en deseos de abrazarla y besarla de nuevo…!

© J. Javier Terán

 

Comentarios

  1. Sin palabras, me has dejado...
    ¡Aquí, si qué no sé que decir, pero, tampoco es malo!
    Sin embargo, en cuatro instantes, solo decirte, que es muy amena tú historia, puede que muchas personas se compenetren con tu relato, por haber podido pasar momentos por igual...
    La verdad, al final, sí he podido decir algo...
    Un abrazo,

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  2. Gracias, Mía. Sí, yo creo que la historia es muy común, y está a la orden del día, y que es calcada de la realidad que nos rodea. Un abrazo.

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  3. Me gusta...!!! siempre muy explicito y genial... un abrazo...

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