Amarga pena en mi ansiedad porfía
Para que permanezcas a mi lado,
Cuando con o sin razón sonría
En mis ojos de brillo equivocado,
Tu recuerdo se aloja. Paralelo
En lo nimio, también lo exagerado.
Es mi mente quien rige la atadura
De mi alma a tu alma. Palpita solo
El corazón, a ritmo… acostumbrado.
©Yolanda Arias Forteza
Mayo 25, 2014, 11:10 hrs.
Un sentimiento que se fue y no volvió.
ResponderEliminarEs la apariencia de un amor, el qué subyuga el intelecto y no le deja tregua ni respirar.
Cuando el amor se pone alas, hay que dejarle volar, duele, pero es lo más aséptico.
ResponderEliminarUn abrazo...