Tu camino y el mío



Tu camino y el mío siempre fueron a la par; aun en los peores momentos, que los hubo; aunque entonces fueran con el pensamiento. Y siempre corrieron parejos, al igual que nuestros destinos, que fuimos labrando al unísono paso a paso, por azares de la vida.



Todo comenzó en el pasado, en nuestra época de estudiantes, cuando el azar quiso que aquel año coincidiéramos en aquella clase del Instituto –primer año en el que decidieron que las clases fueran mixtas: se abrieron a que chicos y chicas compartiésemos un mismo aula, contra la inveterada costumbre de mantener la separación de la educación por sexos-.



Y no sé si fue porque coincidía que vivíamos en la misma zona de la ciudad y la ida y el regreso a clase lo hacíamos juntos, porque nos rodeaban unos intereses comunes de compañeros de estudios, o porque por nuestro carácter y nuestra personalidad congeniamos rápido; el caso es que muy pronto surgiría entre nosotros las primeras confidencias y los primeros secretos a escondidas, así como un hilo de simpatía y compenetración, que presto terminó en cariño. Y en un compartir posterior algo más que una simple amistad.



Los estudios posteriores, camino de la titulación, fueron también los mismos; y durante ellos nuestra relación personal y amorosa fue a la par que nuestros estudios, viento en popa y a toda vela. Y fue entonces, en aquella edad joven, cuando vinieron los días de amor y pasión a solas los dos, unidos también a los días de estudio.



Aunque al final de los mismos, una especie de nubarrón negro cargado de incomprensiones, malos entendidos, celos…., nerviosismo agudizado por falta de tiempo como consecuencia de los exámenes finales, pareció instalarse sobre nuestras cabezas haciendo que nuestro amor flaquease; y todas las esperanzas acumuladas a lo largo de los años cara a una vida en común, se fueran al traste.



Con el devenir del tiempo, todo hacía presagiar que nuestros caminos, por primera vez en tantos años, iban a tomar rumbos diferentes. Y así ocurrió cuando, además, debimos afrontar y encarar el momento de iniciar la actividad laboral y cada uno debimos buscarla en lugares diferentes.



Pero el tiempo, que es sabio, entendió que una relación fraguada con los años, no podía desperdiciarse y olvidarse sin más, y bien pronto cada uno de nosotros, como si hubiésemos escuchado una voz interior a modo de advertencia, pusimos nuestros recuerdos a andar y echamos el resto para tratar de reconquistar nuestro perdido amor.



Del posterior reencuentro, cuentan las crónicas que la fiesta se extendió más allá del amanecer del tercer día…



© J. Javier Terán

Comentarios

  1. Muy bonita historia de estudiantes, reencuentros, descosidos momentos por desavenencias de libros y difíciles instantes, pero, al final, el entender de cada uno, se fijó un nuevo rumbo común. El acercamiento mutuo, algo innegable y de no perder ese rumbo iniciado.
    ¡¡¡Caray, tus historias estudiantiles enganchan hasta el final, Javier... FELICIDADES!!!
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  2. Hay vidas y caminos imposible de desapar.
    Preciosa texto.
    Saludos

    ResponderEliminar
  3. http://img9.dreamies.de/img/289/b/9594jqr2n3q.gif
    ...ME REGUSTA...
    Sin comentarios creo que sobran , siempre me cautivas, besazos Jose Javier

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias, Mía por leerme y por tus palabras.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias, Manoli. Siempre ahí en mis relatos. Un beso.

    ResponderEliminar
  6. No sé si el tiempo es sabio, o es la casualidad o la necesidad o el destino o un poco de todo lo que hace que viejas historias se tornen como nuevas y arranquen en otro punto y en muchas ocasiones con un rumbo mucho más afianzado
    Feliz fin de semana

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias, Leha. Yo creo que pasa un poco de todo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Creo que muchas y muchos hemos vivido una situación así.Lo que ya no nos es tan cercana, es esa segunda parte.
    Gracias por compartir tus letras que siempre se disfrutan de verdad :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario