Donde van tus pensamientos, a quién los diriges

 



 

Si tan sólo te miro,
aunque sea a través de tus ojos
con las lentes puestas,
se me llena el alma
al sonrojarse de improviso.

Cada vez que veo tu sonrisa,
es como admirar un mundo nuevo
por el cual, descubrir
que la vida aún está ahí mismo
es sentirte mucho más cerca
cada día que van venciendo los días,
y saber que un nuevo existir
ahí está más real y más cercano.

En esa soledad que eterna se aparece,
casi no te observo
pero sí intuyo tu amplio pensar
que de las esquinas te quedas reflejado,
en quién andas pensando con el detalle amplio
quizás, miras hacia atrás, en ese ayer
al dejar tras de ti ese mar azul y verde
cuando los esbozos su quejido estiraron,
sin apenas leer su leve contenido
aparecieron, tras tus añoranzas
al querer ser más visibles, en el atardecer.

Cada calle que caminas, encuentras
esas canciones que de amor son…
pensando siempre, pensando
mientras el camino se ilumina
en todo su largo recorrido,
sigues pensando y pensando
más no te llegan las palabras,
ni las voces se acercan
para poder decir y hablar
en esos tus largos y sinceros pensamientos,
que para contarte… ¡qué te quiero!

Y, quisiera pedirte ese deseo que no me atrevo,
más te lo voy a solicitar
en tanto que puedas pensar en dármelo,
un beso tan sólo, y atrevido
sólo uno amor, tan sólo un beso
¿qué me lo podrías dar?

Antes de ayer, escuchaba algo de Jazz y algo de Blues,
mientras escribía algunos nuevos versos
al sonido le fui añadiendo los colores,
que pinceles iban delineando sus contornos
y con la espátula danzarina, fijando las hebras
al dibujar las lágrimas que del alma van cayendo,
salen despacio sin prisas
cuando al poco, ya se mecen
entre las caricias
sabiendo su penar, se adormecen
con la suavidad de la brisa
que el Mar dejó un día en su regazo.

Palencia, viernes06noviembre2015.
Poema-prosa 45/2M15
©Mía Pemán

Dónde van tus pensamientos, a quién los diriges

Si tan solo te miro,  aunque sea a través de tus ojos con las lentes puestas, se me llena el alma al sonrojarse de improviso.

Cada vez que veo tú sonrisa, es cómo admirar un mundo nuevo por el cual, descubrir que la vida aún está ahí mismo es sentirte mucho más cerca cada día que van venciendo los días, y saber que un nuevo existir ahí está más real y más cercano.

En esa soledad que eterna se aparece, casi no te observo pero sí intuyo tu amplio pensar que de las esquinas te quedas reflejado, en quién andas pensando con el detalle amplio quizás, miras hacia atrás, en ese ayer al dejar tras de ti ese mar azul y verde cuando los esbozos su quejido estiraron, sin apenas leer su leve contenido aparecieron, tras tus añoranzas al querer ser más visibles, en el atardecer.

Cada calle que caminas, encuentras esas canciones que de amor son… pensando siempre, pensando mientras el camino se ilumina en todo su largo recorrido, sigues pensando y pensando mas no te llegan las palabras, ni las voces se acercan para poder decir y hablar en esos tus largos y sinceros pensamientos, que para contarte… ¡que te quiero!

Y, quisiera pedirte ese deseo que no me atrevo, mas te lo voy a solicitar en tanto que puedas pensar en dármelo, un beso tan sólo, y atrevido sólo uno amor, tan sólo un beso ¿qué me lo podrías dar?

Antes de ayer, escuchaba algo de Jazz y algo de Blues, mientras escribía algunos nuevos versos al sonido le fui añadiendo los colores, que pinceles iban delineando sus contornos y con la espátula danzarina, fijando las hebras al dibujar las lágrimas que del alma van cayendo, salen despacio sin prisas cuando al poco, ya se mecen entre las caricias sabiendo su penar, se adormecen con la suavidad de la brisa que el Mar dejó un día en su regazo.

Palencia, viernes06noviembre2015.
Poema-prosa n45/2015
©Mía Pemán


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