Pasan los días sin mirar la vida



Pasan los días, pasan las horas, la atmósfera se hace irrespirable por momentos tras tantas lágrimas derramadas y tantos ayees doloridos…; y yo encerrado en este diario y constante “sin vivir” emocional, atrapado en las redes de tu inconstante amor hacia mí.



Que, aún hoy, no sé cómo ocurrió en realidad, para que yo me enamorase loca y perdidamente de ti en tan solo un instante. Un instante visto y no visto…, pero que pervive en mí desde aquel entonces.



Fueron tal vez tus ojos de mirada dulce y penetrante a mí dirigidos, tratando de escudriñar con verdadera fruición dentro de mi corazón?. Fue acaso tu voz cálida y susurrante al decirme al oído que te esperase?. Fue quizás tu pequeño poema de cuatro cortos versos ilustrativo de nuestro encuentro por azar, que colaste en uno de mis bolsillos al despedirnos?. Fue, probablemente, el conjunto de todo ello y de nada en particular, sino de todo lo contrario… No sé qué fue, ¡amor!, lo que me hizo enamorarme de golpe de ti.



Mas tu caprichoso y, por momentos pienso que también infiel amor hacia mí, me tiene preso, prisionero de tu inestable querer, que tan pronto se muestra apasionado, como al rato esquivo y alejado de mi.



Por eso, pasan los días, pasan las horas y yo sin mirar apenas a la vida a mí alrededor, más que a través de una pequeña ranura de mi ventana por la que me llega un escaso haz de luz del exterior, como queriendo anunciarme que hay vida también del otro lado del cristal…



Hoy ya es demasiado tarde…, pero mañana he de tomar necesariamente una decisión en cuanto a mi querer y tu querer. Y que, muy probablemente, me aleje por algún tiempo de ti; porque mi maltrecho corazón ya no puede soportar por más tiempo tu inconstante amor…



Será mi amor inconsciente seguramente, porque no puedo controlar el sentimiento, que se desborda por el fluir de los días, por mis venas, porque sólo de pensar en ti se me atasca el corazón con latidos indecisos.



Y te quiero tanto que siento un profundo dolor en mi pecho, y te llamo hasta en mis sueños, eres mi obsesión, ¡amor!



Y no sé cómo atraparte en mis sentidos, cómo decirte que siento hasta escalofríos cuando te imagino cerca…



Sí, soy inconsciente, sabiendo conscientemente que los días sin ti serían como una eternidad en el infierno y necesito tu calor; tus besos, tu pasión, tu sentimiento, porque este amor es así, un arrebato y duele, claro que duele. No hay amor sin lágrimas, ni risas que no quiera compartir contigo.



¡No, puedes irte!..., me faltaría el aire. Y la luz inundaría mis ojos quedando ciego este amor, este sentimiento que nace arrebatador.



No, no puedes irte, soy como un narcótico en tu vida, me echarías tanto de menos como yo a ti… No, no puedes irte, ¡mi amor!



Quédate a mi lado, que me entre la razón y sienta la luz de nuestro amor con la misma pureza que te amo…



No quiero mirar atrás, ni sentir cómo la vida se va consumiendo sin amarrar este sentimiento que me hace volverme loca, constantemente buscándote…



¡No te vayas!, haremos que nuestros días sean tan cortos, divertidos y atrevidos…; haremos que la felicidad repose a nuestro lado. Y veremos que la vida es dar cada paso juntos.



¡Déjame amarte así a mi manera!, con ímpetu e inconsciencia; deja pasar la luz por nuestros ojos, profundizando nuestro sentimiento hasta hacerlo único, sólo transferible de mí hacia ti y de ti hacia mí….



En esos cuatro versos, te entregué mi corazón y quizás no te diste cuenta; lo puse en tus manos para sentir cómo acaricia la vida a tu lado.



Y es amor, no lo dudes nunca, porque tan sólo mi locura eres tú. Y hacerte feliz cada día de nuestras vidas será mi empeño, ¡amor!



© Mª Luisa Blanco y J. Javier Terán

Comentarios

  1. ¡¡¡Ay... el Amor, qué mágicos momentos hace vivir en los corazones enamorados!!!
    ¡Precioso, me ha encantado... FELICIDADES a LOS DOS... Mª Luisa y Javier...!
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  2. Creo que aquí hay o hubo o habrá un perdedor, pues hay muchas formas de amar pero si no se sienten en la misma frecuencia provocan sufrimiento y desazón... Un texto lleno de matices y de contrapuestos...me gusta
    Un abrazo enorme para los dos

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias Leha por tu comentario, muy oportuno y meditado, y siempre atento a captar los matices del relato.
    Muchas gracias en nombre de los dos. Un abrazo,

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias, Mía, por tus palabras, siempre aportando tu visión. Muchas gracias en nombre de los dos. Un abrazo,

    ResponderEliminar
  5. A vosotros, Javier... por vuestra sencillez...
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  6. Precioso!! un amor de esos que no sabes si es mejor seguir o dejarlo... si sigues, ya sabes lo que hay, tal vez más pena que gloria... si lo dejas... ufff difícl seguir sin ese amor que aunque sabes que no te hace lo feliz que debería hacerte... no puedes vivir sin él... qué complicado a veces... pero es que el corazón cuando tiene un sentimiento... aunque no sea correspondido como desea no puede dejar de sentirlo.
    Un beso para los dos

    ResponderEliminar
  7. El amor, la complicidad, el estar y sentir lejania, el canto a lo que puede ser..... Os quedo un dueto impregnado de perfume de amor....... Me encanta Luisa y J,Javier..... Un besillo a cada uno...

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias, Pepi, en nombre de los dos. Un abrazo,

    ResponderEliminar
  9. Muchas gracias, Araceli, por leernos y por ese comentario tan sabroso que te ha sugerido nuestro relato. Un abrazo,

    ResponderEliminar
  10. No entiendo cómo no ví este Dueto tan perfecto.
    Que sensibilidad! Y que preciosos sentimientos se desprenden mientras uno va leyendo. Un amor verdadero. Sugerente y muy puro.
    Pleno escribiendose en cada borde del corazón.
    Sinceramente amigos. Es precioso su trabajo.
    Me encanta!
    Gracias por la belleza de hacernos sentir con sus versos. Lo que es el amor.

    Javier. Luna.
    Gracias!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario