Yo no soy una abuela de domingo
Soy abuela de prisa y amasijo,
De dura pugna, de sentir airado.
Las tardes de domingo son... etéreas,
Son tardes que disfrutan las abuelas
Con visitas de amigos y familia,
Con charlas en la sala de casas solariegas,
Rodeada de los hijos, de los yernos y nueras,
De nietos revoltosos, sobremesas eternas,
De siestas o verbenas.
Tardes que en la provincia son... serenas.
No me quejo, yo disfruto mi brega
Al hacer mis pasteles y correr a la siega.
Aunque, a veces quisiera ser como otras abuelas,
Con domingos etéreos, en tardes de flojera.
©Yolanda Arias Forteza
Diciembre 21, 2015
Muy buena descripción de tus tardes de domingo, por no ser una abuela de domingo, cómo normalmente hacen las demás, qué no a todas les agrada, las utilicen como sustitutas y luego, ahí las dejan... para la siguiente ocasión.
ResponderEliminarTus tardes, son de correr entre pasteles y hornos, para luego salir a toda mecha...
Pero, seguro que tus nietos, están la mar de felices a tu lado, sabiendo que les puedas hacer ricos pasteles o tartas en sus días especiales...
Algo de lo más rico, para que un día lo compartas en tú casa, con tus hij@s y niet@s...
Un beso, querida amiga, Yolanda...
Preciosos versos de una amante abuela, cuanto se quieren verdad?
ResponderEliminarFeliz Navidad Yolanda..
Besos y abrazos
Gracias, por tu comentario, tienes razón, me recordarán por algo más que tardes de domingo. Un abrazo.
ResponderEliminarMía, adorada... Si que sabes hacerme sentir bien, quedo feliz a lo largo y a lo ancho... Ese pastel luce genial... Lo haré, muy pronto. Un beso.
ResponderEliminarSí Carmen, la verdad es un regalo de vida que viene a renovar tus votos de madre, ahora, ya tengo un bisnieto de casi tres años. Genial oportunidad de volverme aún más comprensiva y amante con mis hijos y nietos, por... él. Un beso cariñoso para ti.
ResponderEliminarUn beso enorme, Yolanda
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