DOCE UVAS, DOCE PENSAMIENTOS

Hoy día de noche vieja, porque será que acaba un año y empezará otro nuevo, en tan sólo un segundo, todo cambiará o todo seguirá igual.
Estando reunida con parte de mi familia cenaré, con pensamientos lejos de esta mesa adornada con sus mejores galas para despedir a este año que nos trajo a miembros nuevos, pero también se nos fueron otros nos acordaremos de todos ellos.
Lucho contra mis recuerdos para borrarlos por un momento y disfrutar de la familia que me arropa como si tuviera frío, pues mi sangre se va helando por décimas de segundos, no hoy no, no les puedo fallar , reiré y cantaré y dejaré las lágrimas para mañana.
Prisas por poner a pocos minutos de las doce, copas, platillos con turrón y mantecados, bolsitas con doce uvas a cada lado de la copa para empezar el ritual.
Cada uno a su sitio, uno dice sube la tele, otro te llama para decirte venga que no te dará tiempo, unos segundos me quedan , tan sólo para pensar qué propósito conseguí este año de todos los que me propuse, pocos pero algunos si otros tantos no, que rabia para este año nuevo serán. Empiezan las campanadas, la primera uva piensas en que deseaste el año pasado para este, la segunda conseguí seguir siendo persona sencilla y llena de humildad, la tercera me acuerdo de los que no están. A partir de esa ya van sucediéndose llenar mi boca de uvas, mirando a los míos y desearles que todas sus metas y sueños los cumplan en este año que esta a punto de comenzar.
Doce uvas , doce pensamiento, paz, salud y amor, brindamos todos y nos damos un beso para felicitarnos el año que acaba de entrar. Ritual o realidad, todos estaremos un rato pensando que ojalá este año que estrenamos sea un poquito mejor con nosotros, que no nos pongan tantas trabas para poder ser felices junto a los nuestros, que la gente de una vez por todos nos demos cuenta que tenemos que cuidarnos un poco mas para que el mundo mejore en actos y así quizás las guerras se apacigüen. Olvidar y perdonar a esos que nos humillaron con sus palabras, con sus gestos y volver a ser más sencillos, humildad para cada ser para saber lo que pasan los demás .
Si nos hemos tomado doce uvas, doce gominolas o doce trocitos de otra fruta, nos hemos felicitado y hemos pensado, hoy ya no tengo rencor eso era el año pasado, ahora soy una persona nueva como este año pensaré antes de insultar a otro, dialogaré con los míos antes de dar el portazo e intentaré ser más feliz con los pequeños momentos que este año me dará de salud.
Os deseo FELIZ AÑO NUEVO 2016

M.M.R
© Manoli Martín Ruiz