Con mi nieto Miguel Ángel, de diez años de edad…
Una tarde apacible pasé con Miguel
Yo lavaba platos, su tarea hizo él.
Casa quieta, en calma,
Aída, de Verdi, con él escuché.
Consciente él estaba de hacerme feliz,
Con paciente gala, ópera escuchó,
Complaciente estuvo, escuchó al tenor
Cantando unas arias que no comprendió.
Lo que ya percibe es que fácil es
Que poesía, música se puede volver
Pasamos la tarde, felices los dos
Al irse a su casa, un beso me dio.
Su sensible alma, hoy me regaló
Horas de su vida que no han de volver,
Horas de mi vida que no olvidaré,
Vejez e inocencia, en raro... placer.
©Yolanda Arias Forteza
Junio, 2004
...ME GUSTA...
ResponderEliminarAprovecha cada instante como abuela como tu bien dices momentos vividos que no volverán, besotes
Que linda visión abuela y nieto. ¡¡ ainsss que bonito nada raro!!
ResponderEliminarYolanda. Me gustó. Besos
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ResponderEliminarComo sabes hacer ver el cariño que bien sabes dar
¡me gustas abuela !
un abrazo de oso y un beso enorme
Que bonito, que bien nos hacen sentir estas criaturas tan bellas
ResponderEliminarUn abrazo Yolanda
Hermosa escena nos regalas en versos, puedo visualizar con gran alegría,
ResponderEliminarel mutuo cariño entre ambos, y has dejado grabado el momento para la historia. Me agrada saber de abuelitas que sí saben dar cariño a sus nietos, que se los demuestran a diario de muchas maneras. Gracias Yolanda, por compartirnos este feliz momentode tu vida, que Dios bendiga tu vida y tu casa. Un abrazo sincero
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Gracias, Esperanza, la calidez con que te expresas renueva mi confianza al escribir de cosas que en su momento parecen triviales y al paso del tiempo se revisten de grandeza. Capturamos en palabras imágenes que nunca más se darán. Un beso, amiga.
ResponderEliminarLo has hecho con tanto cariño, que se percibe en tus letras, y contagia tu alegría, el tiempo pasará, pero nunca pasará tu amor, y tu mayor logro,será, dejarlo grabado en el corazón de tu nieto, y ya lo has hecho. En verdad, escribes precioso Yolanda.
ResponderEliminarTe mando un millón de besos