La Danza eterna



Como puedo no verte mientras danzas en la luna
en sus cuartos pudorosos que se funden en un amplexo
en las notas del amor yo me pierdo en tu abismo
como acróbata vendado sin protección alguna.



La luna conoce bien la danza del deseo
mis movimientos atrevidos entre sus ondas
buscan tus manos temblorosas
por este amor enloquecido.



Simulo dormir dentro un lago de rocío
mientras surge el sol en el esplendido valle
y sus colinas de oro me llenan las manos
en el frotar portentoso como bandada de gaviotas.



Abre tus ojos para palpar cada movimiento
mientras los rayos del sol dibujan mi cuerpo
y tus manos extendidas me brinden el aliento
a cada poro de mi piel sediento.



Entrelazamos ramos y hojas en la danza eterna
y la linfa escurre lenta sobre tu corteza ámbar
luego se disuelve como mantequilla que la hermética armadura
cuando llueve amor puro, también el alma está apagada.



Te unes a mí en esta danza eterna
saciando esta lluvia de eterna pasión
deslizándonos entre nuestras humedades
por esta danza que es interminable.



© Araceli de Luna  &  Greg D.

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