Lavando las piedras
Arrastrado despojos
Alimentara sus musgos
Y matojos.
Esas hiervas malas que,
Que nacen en sus entornos
Libres para hacer daño en
Prados de los campos.
¡Dejé el río correr!
¿Porqué mi voz no lo frena?
¿Porqué su agua no es buena?
¿Porqué no esta en las bocas de la sed?
¿Porqué sus aguas corrían y
.no me dieron de beber?
Dejé el río correr.
Y lloré en su orilla, viajé con él,
Y, sus piedras se clavaron en mi piel,
Arrastrándolo todo hasta llegar al mar.
En el mar encontré la libertad..
© Matilde Folgoso Bravo 24-4-2004
Cuantas cosas nos comunica el río con sus cálidas aguas que cantan y expresan el amor de Dios.
ResponderEliminarMuy bello tu poema, es especial
Besos, encantada de leerte
Gracias por comprenderlo y por leerlo... Esperanza, un gran abrazo!
ResponderEliminarSi señora nunca debemos ir contra corriente y menos la de un río
ResponderEliminarUn besos