En la insistencia de un amor sublime
persiste el alma mi bien, por encontrarte;
estando atada en terrenal urdimbre,
no atina al modo o tiempo a desatarse.
He de seguir penando tras tus huellas,
sumida en el letargo de la espera,
acariciando sombras en la noche
en que tú, fantasmal, te aparecieras.
Mas no vienes; si estás, quien lo supiera
¿acaso el alma por mortal quimera
pudiera amar en terrenal anclaje
en su trasmutación divina de equipaje?
Incógnita banal que me desvela.
¿porqué razón habrás de recordarme?
Otra mejor tendrás en el quehacer
que engrandece en el alma sus perfiles,
¿serás aún poeta en los confines
e inspirará tu canto a Serafines?
¡Cuántas dudas terrenas me consumen
Cuánta porfía, terrena certidumbre,
de un encuentro final,
que en agónico estrago se derrumbe.
©Yolanda Arias Forteza
Enero 9, 2015, 10:45 hrs.
EL que espera desespera y ese letargo se hace bien largo.
ResponderEliminarMuy bello amiga Yolanda
Feliz sábado aquí con mucho frío
Bellas y sentidas letras..
ResponderEliminarLia sentimientos se derrumban cuando la espera es incierta...
Abrazo1
Carmiña, gracias por estar. Sólo la poesía me permite expresar lo que a veces parece no tener pies ni cabeza. Acá también, frío y llovizna pertinaz. Brrr. Un beso
ResponderEliminarSí, así exactamente, es. Un beso y Gracias mil por leerme.
ResponderEliminarTodo un placer Yolanda. Abrazo!
ResponderEliminarY lo haces muy bien Yolanda. Besos
ResponderEliminarYolanda comparto contigo este bello poema que entiendo muy bien yo también he pedido lo mismo que un espíritu me diera una muestra de que esta cerca de mi. Para es muy bello este poema no solo porque me identifico con el también por todos los sentimientos que en afloran. Gracias querida amiga por crear estas vivencias que nos llegan al alma.
ResponderEliminarYolanda....no...no lo busques fuera...
ResponderEliminarHermoso
Un abrazo