LATIDOS DESCOMPENSADOS

Amaneció con un sol acobardado
y un frio que traspasa
estos latidos descompensados
casi defraudados
o rotos de indiferencia.

Siento el corazón un poco estrujado
el pensamiento triste
como si las sonrisas se hubieran apagado
y se nublan los ojos
amagando una tormenta de llanto.

Sólo amaneció con un vacío
que casi puedo acariciar con las manos
y las palabras huyen lejos de estos instantes
tan descolocados en estas horas…

Como un naufrago a la deriva
se ahoga un corazón en olas partidas
salados instantes sin nombre
no voy a vocalizar hoy sentimientos
cuando es la tristeza la que se posa en mis ojos.

Siempre fui una luna solitaria
rodeada de infinitas estrellas
siempre fui un llanto sin cauce
y una alegría siempre a medias.

Amaneció, siempre amanece
y no importa en que latido me pierda
hoy claman reniego y olvido
o un abrazo carente de sentido
cuando la soledad tan sólo es el principio
y los besos el sentimiento de un viento frio.

Apenas brilla el sol hoy en mi alma
apenas hoy no importa nada
quizás mañana vuelva a entregar
con amor una mirada.

Hasta que caiga al suelo del adiós
otro pedacito de corazón
insignificante…

Amaneció con una sombra oscura
y descuidaré este pensamiento
fingiré que hoy se ha dormido el tiempo
y que la soledad tan sólo es el final de un cuento.

Cerraré los ojos, no quiero mirar el horizonte
ni cómo mueren las horas
agonizantes y descolocadas
sólo se que amaneció…
como un insulto a la memoria.

María Luisa Blanco

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Imagen cogida de la red