No sé de mí, no sé qué estoy haciendo sola en mi cuarto oliendo a abandono, a trebejos, no sé que voy a hacer en las tardes de lluvia intensa, tomare café tal vez y seguiré pensando en lo que estoy haciendo, con un libro en la mano, sin la intención de leerlo, con actitud de fastidio, de desagrado y la pereza en mi cuerpo cansado, pesado, aletargado como de 100 años, caminaré en toda la habitación sin rumbo, sin nada en mi semblante, solo un rictus que denota un cruel vacío, y unos brazos enlazando recuerdos que fluyen con deseos insatisfechos, y sigo sola, perdida en el océano de mi cama y en la montaña de mi almohada.
© Silvia García Sandoval
Una nostalgia que lleva a la persona al letargo y aburrimiento y solo desea no pensar i dormir.
ResponderEliminarbien expresada. Silvia, ¡ Un abrazo!