Robaste mis besos.

 

Si, te recuerdo a pesar de ser una sombra oscura, rubia y aterradora, te recuerdo así llevándote las estrellas de mi falda, robando mis besos aun nítidos, casi puros, arrancaste mi última sonrisa que por mucho tiempo dibujara para desaparecer casi por completo, eternamente te recuerdo aspirando mis sueños y mi boca dejándome sin aire y con mucho miedo, fuiste frio, artero, y casi cruel ahogaste mis sentimientos gritaba la vergüenza esa madrugada, cuando el gallo con su canto quitaba el velo de la noche aun vives en mis pensamientos pero eres algo macabro como la figura de un muerto que amé en un tiempo y que se fue al fondo de los mares quedándose ahí encabezando mis más siniestros olvidos…
© Silvia García Sandoval.