Hace falta

joven de ojos claros mirando por una ventana para un texto mio...

Siempre revolotean las miradas por las calles, y sin articular palabras imagino muchas historias no cumplidas de fantasías que hermosean mis días, tu mirada no me dice nada pero tu silencio si, los espejismos son un aliciente en los ratos de desencanto, es arma benigna contra el hartazgo de la rutina, recurro a ellos algunas veces para mitigar mi enfado.

Siempre en tu puerta curioseando, serio callado, nunca te he visto reír, ni se tu nombre, casi eres un cincuentón, ¿has amado a alguien? siempre te veo solo, tienes mirada indecisa y melancólica, me llama la atención tu persona, me intriga tu vivir, el quicio de tu puerta te acompaña noche a noche, tal parece que quisieras pasar inadvertido pero no es así, yo interesada te observo, te he mirado a los ojos y me has sostenido la mirada casi puedo afirmar que muevo algo en tu piel, pero no quiero saber que es, pues yo vuelo en otro cielo, tengo otros espacios a donde quizá tu jamás puedas llegar.

Creo que ves pasar la vida con desgano, no se tu historia pero cualquiera que sea se nota la soledad y el abandono, parece que tus manos no tienen a quien tocar ni tu cuerpo donde asirse, te veo en tu puerta en penumbras  mirando pasar a los transeúntes como llenando tu existencia de imágenes cotidianas e irrepetibles.

Solo miras y yo de reojo hago lo mismo, sueño que piso suelos ajenos que satisfacen mi ego, disminuyen mis reproches, brilla para mí el firmamento, pero no se ven colmados mis anhelos.

© Silvia García Sandoval.

 

Comentarios