Me veo a mi misma en la infancia, me veo en el espejo del ayer ya frío y deformado, opaco, con lágrimas de hielo que resbalan por mi cuerpo puro, inocente, vacío de culpas y de dolores.
Estoy en el patio de la casa de mi tía Ángela, iba de visita, me gustaba cortar hierbitas tan verdes que daba gusto jugar… Sigue comenzando la historia sin sol y sin luna, siempre viajera, siempre sedentaria; mi niñez juega, se ríe, se pone seria, es callada y parlanchina; niña con alma, niña de Dios; no culpas, no penas; sólo campanas, sólo sonidos de la mente, sólo cantos de los grillos, sólo ecos de mi voz suave, pausada, casi hueca; nítida, fantasmal…
© Silvia García Sandoval.
...ME GUSTA...
ResponderEliminarEso es la niñez, juegos y sonrisas al viento, bello relato amiga, besotes
Con que ternura describes , la infancia Lindo relato querida Silvia. Un fuerte abrazo a la distancia pero acortando distancias. Feliz Viernes
ResponderEliminarHola, gracias a todas son unas hermosas, felíz viernes!!! Y si, el aroma de la niñez siempre sale y nos envuelve en el sutil velo del recuerdo...
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