Noche de amor

Tu y yo tendidos en el lecho aquel que anhelamos, que soñamos entre sábanas perfumadas ansiosas de tenernos, de cobijarnos esperan el momento de amarnos, me aprisionas suavemente, mientras yo te abrazo enamorada decidida, somos dos velas a punto de derretirse, poco a poco  me das la vuelta y cubres mi cuerpo henchido con el tuyo, dices mi nombre excitado se escuchan los primeros gemidos del placer que nos embarga que nos proporcionamos, las caricias son más y más candentes, somos como las palmeras en la playa que se agitan con el clamor del mar con los bramidos de las olas que se rompen, nuestros cuerpos se siguen buscando, deseando, solos en la habitación no existe más nadie ni la decoración que es hermosa  nada, solo tú y yo existimos en esos momentos en que se llega al cielo se besa la gloria y se desea la muerte, aquel inicio que hace en la culminación sentir que mueres que la vida se te escapa y sientes en las entrañas ansiar la muerte desearla al llegar al máximo placer, me estremezco entre tus piernas mientras beso tu cuello, llegas a mi paraíso entonces sin contenernos más nos mecemos en la luna es el vaivén un baile de suaves y rítmicos movimientos, no quiero que pares, seguimos y seguimos hasta que por fin los apasionados ríos se fusionan y nos bañan sus aguas amorosas, divertidas, tu y yo cansados nos miramos y sonreímos, otra noche de amor, nos besamos suavemente, la respiración aún agitada desaparece poco a poco y nos quedamos dormidos tomados de la mano con la paz en el alma y en los dedos, como si minutos antes no hubiera habido una batalla, después de las llamas solo quedó el sueño y los silencios con ellos, naciendo para nosotros otro día de amor…

© Silvia García Sandoval