Si pudiera quitarte las espinas
con mis manos humanas y terrenas;
si pudiera mi fe sobre las hienas
plantar montes de jaras y de encinas
Cavaría los mares y las minas
donde el oro florece sin cadenas;
y podría robar las cosas buenas
que a través de la luz se hacen divinas.
¡Con qué empeño pondría en tu cabeza
la saliva más dulce o el ungüento
que aliviara el dolor de tu desgarro!
No sé si es tuya o mía la tristeza
pero el dolor que sientes yo lo siento
como siente la tierra el sol y el barro.
©Julie Sopetrán
(1980)
Precioso Julie :-)
ResponderEliminarMuchas gracias Silvia. Te mando mi abrazo de Viernes Santo. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Julie te mando todo mi cariño de sábado :-)
ResponderEliminarHermoso soneto para estas fechas que han pasado.
ResponderEliminarUn abrazo Julie.
Gracias Carmiña, agradezco tu lectura. Besos.
ResponderEliminarGracias a ti por hacernos sentir bien con tus poemas. Un beso
ResponderEliminarhttp://img9.dreamies.de/img/289/b/9594jqr2n3q.gif
ResponderEliminar¡¡¡...Me gusta…!!!
Un solo Universo
Perdidos en océanos lejanos
somos gotas separadas.
Pero ardemos del mismo sal
somos lagrimas unidas.
Nosotros tantos mares
pero un solo Universo.
Como siempre un placer... besiños
Gracias Greg. Me alegra saber que te gusta. Un abrazo.
ResponderEliminarSimplemente hermoso
ResponderEliminarComo hermoso su sacrificio.
La más grande manifestación del amor de Dios al entregar su propio hijo para que nosotros tengamos vida eterna.
Precioso soneto Julie.
Un abrazo grande