De paraguas y otras lluvias.


Tengo la mala costumbre de chocarme con corazones partidos, montañas rusas que suben y bajan hechas con palabras, palabras y más palabras que se esfuman como el humo de un cigarro, almas con sentimientos en liquidación que sólo ofrecen migajas…Y aún así no pierdo la esperanza de coincidir con esa persona que al mirarle a los ojos, me coja las manos y sin decir nada, me diga …estoy contigo, no te preocupes, todo está bien aunque el mundo se tambalee alrededor… yo te sostengo.
No tengo ácidos ni penas pasadas que me corroan el corazón, pero no soy mujer que lo entregue a cualquiera…el amor, los suspiros, las manos, las bocas, las lenguas, las miradas, los gemidos….ainnnss corazón, no te preocupes… te tengo a buen recaudo para protegerte.
Hasta el día que llegue ese hombre, el hombre, que me coja de la cintura, abra su paraguas y caminemos sonrientes bajo la lluvia.

© Ana Isabel Molina

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