Tú me lo Enseñaste Todo, Gracias
Paseaba sin rumbo, sin saber donde pararían mis pies esa tarde noche fría y lluviosa. Las calles casi solitarias y ahí me tenías a mí paseando, mis pies pararon enfrente un gran edificio iluminado, con un gran letrero que me decía: entra y encontraras todas las respuestas a tus preguntas, por supuesto quién se negaría a entrar en él, era la biblioteca de la gran ciudad.
Estanterías llenas de vida, de sabiduría, para todos y sobre todo para mi, era pasión lo que sentía yo por los libros, todos tienen su historia, su vida y hasta su cruz a cuestas, páginas llenas de pistas por donde caminar sin tropezar, porque si lo hacías ahí tenias otro amiga para darte indicaciones para levantarte desde esa tarde, todas me acercaba hasta tus estanterías para crecer como persona y aprender lo que me enseñabas para ser mejor si cabía.
Una noche tan entusiasmada estaba construyendo una canoa para poner navegar por los mares del sur, que me quedé sola y encerrada en la biblioteca, vaya me dije, no me daba miedo tan sólo que gran satisfacción la mía estar toda la noche sola a mis anchas para poder leer y leer todo. Estaba con un manual para aprender a hacer felices a los demás, cuando un ruido me llamo la atención, al fondo del pasillo, pensé, alguien se quedó encerrado como yo, que sorpresa la mía, según me iba acercando, vi como un personaje hecho libro a libro, estaba leyendo un gran volumen entre sus manos, me quedé en silencio, no me lo creía, y él me dijo: amiga lectora quieres leer un rato a este pobre libro, que ya sus ojos no dan para seguir aprendiendo, por supuesto le dije, me senté junto a él, a sus pies, de que quiere que le lea, le pregunté, el me sonrió, de lo que más te gusta, poemas de amor y desamor hoy, me apetece sentir tu voz. Pensé cómo me conoce, claro el está aquí todos los días, es sabio y ya me conoce, nació así una gran amistad, cada noche sin que nadie nos viera, el volvía , yo me reunía allí en su rincón y le leía de lo que me pedía, cuentos, historia, romances, hechos reales o irreales hasta el amanecer que él se cerraba y me decía hora de vivir por ti , para que esta noche me cuentes qué viviste hoy, qué aprendiste de esta noche de sabiduría, era irreal o real, tan sólo sé, que me encantaba estar cada noche en la biblioteca y absorber todo ese mundo mágico que tanto me ha enseñado para vivir y por qué no para poder soñar con un mundo lleno de color y de aromas de amistad. Gracias Don libro por enseñarme a vivir y a sobrevivir, siempre recordaré todo lo que me enseñaste…….
©
Muy bonito relato, y hermoso su contenido.
ResponderEliminarMejor agradó mucho leerlo.
Un gran abrazo Manoli
Felicidades!
Desde un gran manual fuiste aprendiendo, para hacer felices a los de tú alrededor...
ResponderEliminarCuando construías la canoa de la vida diaria...
¡¡¡Ándale, mírala ella... cómo sabe hilar un buen relato que le ha salido a las mil maravillas, Manoli... FELICIDADES!!!
Te ha quedado precioso y lleno de muchas cosas excelentes.
Un beso grande,
Gracias Mia, por tu comentario, besazos
ResponderEliminarGracias Esperanza, el placer es mio que te gusten mis letras, besazos
ResponderEliminarQue seria de los humanos sin saber leer? Leer es todo, es viajar con el libro entre las manos, fundiendonos en nuestro viaje imaginario, llenarlo de color o de tristezas, es mojar el dedo para pasar paginas,es sentir lo que otro ha escrito, para llenarnos de complicidad.... Es ver atraves de su sentimientos , con palabras ordenadas, haciendolas nuestras.... Me ha gustado Manoli, un beso amiga...
ResponderEliminarAunque hay mucha gente que no sabe leer por desgracia, tienen la suerte que otros leemos para ellos, besazos amiga
ResponderEliminarhttps://i0.wp.com/img9.dreamies.de/img/289/b/9594jqr2n3q.gif
ResponderEliminarSuperior. Quedarse en la biblioteca y dar vida a un libro amigo... Manoli.
ResponderEliminarGracias Yolanda, un placer que me leas, besotes
ResponderEliminar