Juego imagen 02/2016

dqyloi6ar77



 

Espesura en la mirada

Al atardecer de los días, las sombras
dejan ver luces
que durante el día no salen,
por qué, esconden su cara a la realidad.

Un rostro que tapa su mirada a los días,
no es que le dé miedo la vida
si no, qué siente aprensión por algo inusual.

Hay fiereza en el ambiente que mata esencias
y quien trata de salir por su propio pie,
no sabe bien cómo hacerlo sin ser dañado.

La niebla densa qué se interpone,
es la causante
siendo una penuria, tratar de salir adelante.

Dando un paseo por el bosque
intercalando el ramaje existente,
se logra salir y ver la claridad
aun sabiendo qué no todo es tan sencillo,
pues las apariencias engañan
y se confunden pensamientos reales,
no sabiendo pensar ni meditar
mientras el empeño ahonda el interior ajeno.

Esa blancura que no deja ver más allá,
una espesura que se pega cómo lapa ajustada
magna su densidad principal,
al descubrir su verdadera fechoría
los paneles se despistan más de la cuenta,
y por no saber… ni siquiera intentan
ver de solucionar lo emprendido
para dar una explicación concreta y real.

Cuando no es de nadie qué importa,
la preocupación no existe en averiguar verdades
y mientras qué, más o menos se apañe
da lo mismo seguir por un camino rectilíneo.

Oscuros los días se vuelven, más de la cuenta
siempre habrá miradas atrofiadas,
no sabiendo hacer la pregunta correcta
y sí, dar pasos que ni les corresponden dar
afean comportamientos inexistentes
asestando bofetadas qué cortan semblantes.

Ahogados por las insistentes neblinas,
no se destapan los instantes visibles
siguen siendo profundas sendas inservibles,
a la luz que brilla en el exterior cercano.

Una fogata se aferra al no sentir,
cuando se van empañando por momentos
aquellos días grises,
tras los cristales oscuros
goteando transparencias
sin poder presenciar el alrededor inmediato.

Todo atado se queda, unido al destino incierto
como si fuese algo nuevo por vivir,
las fachadas mudas no hablan de nada
cuando ojos atónitos clavan aguijones
qué estiletes de fino anclaje, llevan adheridos
matan queriendo y con ahínco,
al final consiguen minar lo qué un día empezaron
pero, no les sale bien la jugada perforada,
creyendo ser los dueños y señores
cometen la desfachatez, de contar
los hechos ni mencionados,
cuando alguien se acerca a mirar
los juncos que un buen día plantaron
en el río verde, de la vida y su traza visible.

Al cabo del tiempo ya pasado,
un buen día a la luz salen la realidad papable
esa qué se quiso pisar sin complejos,
y toda la historia se relata
caen los mitos dorados, al vacío abismal.

Esos ojos y esa mirada, qué sienten
algo más allá de lo normal,
no se esconden
si no, todo lo contrario
miran hacia delante, las maravillas
qué la vida un día les negó,
y sin traspasar los umbrales del tiempo
siguen su caminar por las veredas
de esos ángulos, dónde se esconden
las tinieblas, qué en sí
decir, no dicen muchas cosas
tan solo avecinan un sentir apagado
por las nieblas que no ven más allá,
cerrando puertas en un momento dado.

Artesas de cambio y molde áspero
salen al paso del camino enderezado,
cuando la bruma se va despejando y deciden
ser más nobles y creíbles,
en un mundo lleno de garabatos móviles
al poner entre medias llanas,
bordados que cubren las alturas
cómo eucaliptos que se alzan, delgados y estirados
para dar más emboque al espacio interior
sin ser capaces de retroceder más metros,
pronunciase en sus ademanes coloquiales
pidiendo un paso necesario y actualizando
esas mesuras qué desaparecieron años atrás.

Palencia, lunes 25 abril 2016.
Poema n17/2M16
© Mía Pemán

Comentarios

  1. Hola, Aslaram... muchas gracias por venir... a leer, ésta largura de poema-relato.
    Un placer, y un beso grande,

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  2. Miradas llenas de historia...desvelando una realidad oculta...entre la niebla nace frondosa la hierba que no puede ocultar sentimientos de amor...

    Sencillamente hernoso Mia...

    Un beso grande

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  3. Muchas gracias, Luna...
    Pues, ocurrió en la realidad más palpable, e hice otro poema que no tengo, creo casi salió por el estilo, aunque me faltó añadir algo más que aún tengo ahí oculto.
    Me alegro te guste, un placer tú lectura...
    Un beso enorme,

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  4. Desdibujando tus siluetas bajo la hojarasca de palabras que nos adentran en el mundo de lo que es el miedo a la realidad, no querer afrontar ese abismo que supera la razon.... Muy complejo Mia... quedo lindo.... Un beso

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  5. Tú lo has visto de una manera que no es...
    No habla del miedo, ni mucho menos... es otra cosa muy diferente.
    Y, lo supe afrontar de lleno, porqué, me tocó la razón y el entendimiento, de algo que me pasó, hace más de 20 años, y quién osó pensar al revés, se equivocó...
    Al poco, hice un poema bien parecido... que le comenté a Luisana.
    No lo explico abiertamente, por qué, así no me salió...
    Es complejo en lo qué pasó, por qué, otra persona, no lo quiso comprender, y no entendió algo muy normal.
    Pero, cuando alguien pasa un algo, que los demás no les toca ni de cerca, no se comprenden ciertas cosas y se va más allá de lo normal, queriendo hacerse la victima, de algo que no la tocaba y que nunca llegó a entender, porqué su mente, no llega hasta dónde otras personas tenemos que acostumbrarnos...sí o sí...
    Un beso grande,

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  6. Cada pensamiento un verso, cada verso una imagen virtual. Te felicito Mía. Siempre, asombrosa en tu composición

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  7. Lo más bueno de todo, es qué, lo qué cuento, es un relato real... de la vida misma, y en primera persona... cuando pasó, escribí algo, y aún no publicaba en ningún lado, ni tenía blog, ni conocía internet, esa es otra...
    Y, le enseñé a un amigo, y me dijo, plagiaba a José María Pemán.
    Cuando le dije, que estaba mal de la azotea...se sorprendió e intentó darme otra bronca, pero, le salió rana.
    Ya qué le dije... ¡José María Pemán, no me conoce de nada! Pues, esto es una realidad que me ha pasado la semana pasada, por no decirle exactametne cduando fue...y, quién era la persona que me había dicho algunas cosas y me sentí ofendida...
    A ver si estos días te cuento por qué fue, pues, pasó hace 23 años y 5 meses.
    Me alegro mucho te haya gustado... un beso grandote, Yolanda.

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  8. Tienes una manera única de plasmar tus ideas y emociones,
    Que dejas el corazón boquiabierto
    Por la gran facilidad de expresión
    Y por los reales que son esas emociones, llegan al corazón.
    Me complace mucho leerte Mía.
    Has logrado bien tu mensaje haciendo una magnífica conexión con la imagen.
    Un abrazo corazón,
    Y un saludo

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  9. Es una historia muy particular que me pasó hace unos 23 años y 5 meses, fue algo inusual, nunca me había pasado y ocurrieron unos hechos que no tenían que haber pasado.
    Pero, cómo me hizo tanto daño, en aquél momento ya escribí algo parecido, pero, quizás más profundo y más cercano.
    De esa manera, plasmé mi queja, pero, no le dije nada a la persona qué me hizo el daño, porqué, no escuchaba... nunca.
    Y, con la imagen, me ha venido toda aquella aventura, en sí... por llamarlo de alguna manera.
    Me alegro te guste, y es un verdadero placer, tenerte como lectora de mis obras...
    Un beso muy grande,

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  10. Así sucede algunas veces, con ese tipo de personas que no saben escuchar, ni vale la pena gastarse el tiempo, pues no razonan, y es contraproducente cualquier aclaración.
    Lamento mucho que algo así te haya pasado, que bueno que pudiste liberar todo eso,
    Y escribir hasta deshacerte de ello.
    Me alegro mucho.
    Ya sabes que es un honor leerte.
    Un abrazo y saludos Mía.

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  11. Muchas gracias, Esperanza... un beso enorme, en éste día de hoy... Día de las Mamás. tenlo de lo más estupendo.

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  12. Mia, me ha encantado, cuando la leí se me hizo corta y volví a leerla, hoy que es mi primer comentario en la Guarida, pero aquí dentro, donde todo parece más cercano a quién escribe, hoy la he vuelto a leer. Veo dolor, impotencia, fuerza, e hipocresia ajena, el paso del tiempo como juez de todo aquello, quebrando torres que creo, pensaban estar bien aferradas, pero no eran solidos sus cimientos. Es preciosa Mia. Un beso

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  13. Gracias, Silvia.
    Es una historia real, qué para poderla coger, hay que volverla a leer, es cierto.
    Más qué hipocresía, es dureza mental de la otra persona.
    Ya el tiempo ha pasado, aunque los recuerdos perduran de un hecho qué pasó hace muchos años.
    Pero, no había cimientos, era otra cosa muy diferente, qué incluso en estos años, aún sigue habiendo.
    Digamos qué es la ceguera de las gentes, cuando no ven más allá de sus naipes, y se piensan qué otras personas han de estar a todas y en todo momento, incluso, cuándo esas personas no pueden llegar a más por un hecho concreto y del cual no tienen ni tan siquiera la culpa.
    Un beso, hasta mañana

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