Evelio, hombre serio donde los haya

Evelio, hombre serio donde los haya, de palabra inquebrantable caminaba por el cauce de la riera de piera al badorch, en el justo descanso de quien después de cuarenta años, entregando su vida a la sociedad espera tener una vida digna al final de la misma.
De complexión fuerte, aguerrido, una alopecia incipiente, y todavía un buen tono muscular, todo con sus trajes de pana, txapela vasca, y una garrota para defenderse de no sabe quién o qué. Definían al hombre que acumulaba más conocimiento de su población aunque sólo fuera por los años vividos en ella, aun siendo vasco de origen, siempre en el tiempo libre que era casi todo le gustaba estudiar y conocer a ese pueblo que le acogió, en plena guerra civil.
Pere, de origen catalán y nacido en J Jaume, era el alma gemela de Evelio pero en versión catalana, los dos habían realizado diversos trabajos sobre la historia de la tierra del cava. Pere era extrovertido, alegre jovial y no se detenía por nada, hasta que conseguía su objetivo.
Cuando Evelio llegó al S Jaume lo hizo con su familia, después de atravesar Francia y salir en barco desde el puerto de Bilbao, sus pertenencias se reducían a un pequeño baúl y un par de bolsas de mano, la esposa, y dos revoltosos que no paraban de molestarse el uno con el otro, un tercer hijo en el frente del Ebro prisionero sin saber porque, era una persona neutra políticamente hablando, y único placer el cuidar su cuerpo para vivir muchos años y un cuarto hijo en el frente de Bilbao, luego se supo que este fue asesinado por la espalda.
Y así recaló la familia de Evelio en S Jaume, mientras veían pasar los aviones que despegaban desde Igualada para bombardear Barcelona, a veces se entretenían en perseguir a los chavales, como si fuera un juego, A D. Evelio permítanme este tratamiento, le preocupaba, como sería la entrada de los libertadores (fascistas, y nazis acólitos seguidores de Franco), en el baúl conservaban las pertenencias más íntimas de su origen escrituras de un pueblo llamado "la bastida" discutieron de donde guardarlos, dibujaron mentalmente un mapa al estilo pirata, el árbol, la fuente tres pasos, un salto y aquí, en 1939, enterraron el baúl en un lugar aparentemente seguro todo envuelto en una ikurriña. pasaron los años, y nadie confesó haber encontrado baúl alguno, murió el Sr. Evelio y el dictador,... hasta que no se vio cierta seguridad, la familia del Sr Evelio, no se acercó a S. Jaume por los lugares del baúl, en 1980 cuando casi todo ya estaba más o menos tranquilo fueron con el mapa mental, cinco a la izquierda, dos a la derecha, un pico y nada,...tres al frente dos lateral y uno para atrás, res de res, al final tuvieron que desistir, cuántos secretos deben guardarse todavía bajo tierra de la época en la que el ejército español disparó más tiros contra los propios españoles que contra los extranjeros


© Patxi Aldazabal López

Comentarios

  1. Interesante la historia, me ha gustado mucho.
    Un saludo cordial
    Encantada de leerte

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  2. es una historia vulgar, lo que la hace extraordinaria, es su veracidad en los miles y miles de casos similares

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