Me Acostumbré

 



Me acostumbré a tus brazos,
tan fuertes y delicados a la vez
fuertes como el acero para sostenerme
delicados como plumones para abrazarme.

Me acostumbré a tenerte en mi lecho
cada noche para amarte
cada mañana, venerarte como a mi dios .

Me olvidé de mi soledad a tu lado
se esfumaron puertas cerradas
balcones de par en par se abrieron
desde que entraste en mi vida, amor.

Me acostumbré a tus aromas de medianoche
a tus caricias a cada paso que dábamos,
a tus besos llenos de ternura y pasión.

Me olvidé de mi pasado, de mis candados
aprendí a respirar tu fuego
a beber de tu agua que era rocío de verano,
olvidé amar para ser amada.

Me acostumbré a ti, amor
Me olvidé de lagrimas,
Me acostumbré a levantarme
Me olvidé de caídas porque
me acostumbré a estar junto a ti.

©Manoli Martin Ruiz