Te pienso con la cotidianidad
ordinaria de mis días,
como si te hubiese pensado siempre.
Como si pensarte a toda hora
fuese algo corriente y hasta lícito,
con la absoluta imprudencia
que conlleva, te pienso en serio,
cada vez con más sentido.
Sin estridencias y pensándote subsisto,
y ya no puedo hacer más que pensarte.
I.S.M. 14 de junio de 2016
© Isabel Suárez Mtnez- Cruz
https://i0.wp.com/img9.dreamies.de/img/289/b/9594jqr2n3q.gif
ResponderEliminarBello poema Isabel, pensar alimenta el alma y le da vida al corazón enamorado.
ResponderEliminarY es como un eco que viaja y llega a su destino expresandose en un suspiro.
Un gusto leerte