Pudín de Pan, y Algo Más

Pensando en hacer la receta encontrada entre otras tantas recetas de un grupo de cocina vallisoletano, éste pasado sábado último de primavera, vi las porciones parecidas a un Pudín que realicé una vez, hará ya un buen pellizco de años, y al final se hizo realidad
Usualmente has de seguir las normas
culinarias pasteleras,
pero ahí si qué no llego, cuando
ya los ingredientes
los tengo en la cabeza,
van acercándose solitos y después
de todo, ellos se dan la vez,
cada uno a su debido tiempo
salen al paso, cómo
algo de lo más normal
Dicen, es fácil hacer un postre rico
aun cuando te falten componentes afines,
tan solo es proponérselo y empezar
la preparación de todo lo necesario,
Ingredientes listos a ser expuestos, cómo algo de lo más normal y usual, más no saldrán todos, alguno de ellos me guardaré cómo secretillo de origen primero, ya que a la memoria se fueron acercando cada uno de ellos, y algún cambio principal sí que ha habido, pero… se deja en el descansillo, para guardar las composturas… salvo qué luego le saque el polvo y le deje más reluciente qué un pincel de pastelero
Nótese qué, todos a una están a la espera de ser nombrados,
cómo la tradición manda
primero se irán acercando,
los trozos del medio pan… posado
en un bol grande,
troceándolos menudos
para ir echando encima, la leche tibia
unos 600 cl o así,
dejar que se vayan empapando sin más

Décimas de segundos, no hicieron su aparición, pero salvaron los minutos en el despacho, saltándose la vez que les fue tocando
En medio de todo el enfrascado,
salen a relucirse
las herramientas principales,
vaso para batir, los cinco huevos
el brazo de la batidora, la batidora
los 250 gr de azúcar morena y uno o dos bol
otros 100 gramos para el caramelo,
iremos batiendo en el vaso batidor y con la batidora
los huevos enteros más los 250 gr de azúcar,
a todo esto, se prepara el horno
poniéndole a calentar a 250 grados,
con la posibilidad de hacerlo al Baño María
cuarenta y cinco minutos, si no lo has previo calentado

Pausadamente, se van haciendo todos los pases,
sin dejarse ni uno desperdigado
Aún sin todos los ingredientes, porqué, no pensaba en los que decía ese menú particular, y teniendo los que más o menos necesitaba, manos a la obra puse en la noche de autos, domingo para más señas, el ultimísimo de la Prima del Verano…
Nota adicional, se le pone un poco de canela en polvo,
solo unas pizcas menudas sin pasarse

Ya encaminada iba, mientras todo se haría tal cual en un principio había ingeniado…

Acariciando el molde, se le va haciendo en un cazo aparte, echando agua, no mucha, luego el azúcar moreno, los 100 gramos, y a fuego medio, en la cocina de gas, o en la vitro, sin agua, al punto 4 ó 5 directamente, solo el azúcar, y se va dejando se haga despacio, sin prisas, para qué no se queme, el caramelo qué será la base principal, la qué le dé el brillo final
Larga la espera, pero sin hacerse pesada,
porqué si es así, música de tu gusto, le añades
sin quitarle garbo y salero
al preparado, que al horno se estaba haciendo
poco a poco, a su paso,
sin correr a las prisas, por qué, aquí
no es bueno darle marcha en demasía
Guantes en mano o rodeas al lado, serán imprescindibles, para andar con la tapa o puerta del horno encendido, se salvaguardarán los cantos de las manos y todo su interior, y no se producirán quemaduras ni descuidos adicionales, por falta de precaución
Ocasionalmente, la otra vez, salió más redondo
porqué en bol de horno se fue macerando y horneando,
sin embargo, en éste domingo noche,
no le añadí todos los componentes
algunos se han quedado para una próxima oportunidad

Manos a la obra y todos los utensilios reunidos, salimos sin esperar más, mientras vamos haciendo hueco al molde redondo o rectangular, según se tenga en ese momento, una pala de madera o cuchara mediana,
Añadiremos, todo lo batido, a los dos boles con el pan
desmenuzado para dar vueltas medias,
sin llegar a batir, solo vueltas y vueltas
despacio, mezclándolo todo muy bien
y llegando al final… ya nada más queda
qué, agregar el queso ya rayado ancho
cinco menudos puñaditos sin pasarse,
a la mezcla del gran bol o uno más igual... claro
Salida en marcha, ya todo conjugado, añadiéndose vas los qué los boles contienen, si has necesitado de dos, cómo en mí caso, al molde, con sumo cuidado y delicadeza…
se abre la tapa del horno, introduces el molde ya cargado,
y a hornearse se ha dicho,
ahora a esperar qué todo en orden
y con final extraordinario,
aunque se tardó más de lo normal cuando, de noche al reposo ambiental, se fue haciendo aún todavía más quiso bien posarse, y se le rebajaron la capota y salió cómo es debido, saleroso y con toda su pompa magnífica apaisado rectangular,
así es mí pudin de pan aflanado
con canela, leche y queso
de lo más extraordinario y rico, quiso salir
presentándose reluciente y esplendoroso,
cómo él solo, aquí te lo dejo, embelesado y pincel que ni falta le hizo, darle su reluciente con la pala para pincelar de reflejos sin igual
probándole en boca, su gusto de fino porte, y si le ves expuesto, se te cae la vez, que no lo coges por qué no puedes, si no, un buen bocadito le darías con la cucharilla de café, para a tú paladar llevártelo y saber qué es cierto lo qué te comento, y para estrenar el último finde del mes de junio, le haré de nuevo, con todos los componentes que a éste le han faltado, pues, ya se han acercado todos juntos... ¡¡Ya tan solo queda EMPLATARLO y SABOREARLO!!

Palencia, lunes 20 junio 2016.
Acróstico y Prosa n22/2M16
©Mía Pemán