Desde los tiempos indefinidos,
las fechorías se hacen a escondidas
mientras quien las recibe
no se entera de la misa la mitad
Encandilan a medias, poco a poco, y al final, el estacazo llega como un gran aguijón que la abeja rayada lleva escondiendo por más tiempo qué ni se sabe…
((Dentro del Paquete, se guardó cómo paño en oro, el contenido exacto))
Lo nunca visto con anterioridad,
te lo sirven en bandeja de a siete
pedales sin motor adicional.
¡¡La llevamos aquí, de paquete, ya sabes… por si la necesitamos, viene bien en un momento dado… y, ni cuentas se ha echado!!
Lo más de todo, es qué…
sí era necesaria,
pero nunca contaron
para qué servía exactamente…
Eso se lo callaron siempre, no era conveniente se supiese tal verdad, podría herir sensibilidades muy faltos de ingenio avispado!! Claro está, mientras no supiese o no se diese cuenta, todo sería perfecto… Aaaaaahhhhh, pero, al final, supo caer en la cuenta, le pusieron en bandeja de hollín, lo qué significaba el ser “un paquete de conveniencia”… aunque nunca pidieron permiso para ello. Se lo tomaron solitos
Te hacen servir de paquetería, por qué, las conveniencias son fáciles de atajar cuando el desparpajo incondicional les sirve de apoyo ocasional. Eres papel de servilleta, al cambio de un provecho que ni te toca de lleno, te enteras de mera casualidad. Con lo cual, te conviertes, en espadachín, para ocasiones primordiales que requieren taparse y aderezar con tino otras ambigüedades que nunca salieron del portal…
Cuando las gentes
no sabe cómo humillar
a su prójimo más cercano,
se buscan nuevas excusas
para asestar la puñalada,
con más ahínco y vehemencia
Un paquete, es una caja o un bulto o un saco que se ha de tirar o arrinconar sin demasiado cuidado. En eso mismo se convierten ciertas personas utilizadas para según qué intereses, porqué en sí, no pertenecen a nadie y se las puede utilizar al antojo preciso, sin importar llamar la atención, porqué, cuándo se den cuenta de ello, ya el tiempo habrá pasado, y habrán sido utilizados a conveniencia trapera.
Un bulto o un paquete, meramente acondicionados, se tiran y se destripan a conciencia indefinida. Más si ese bulto o baúl desechable se da cuenta de lo que ha venido siendo usado, las cosas cambian muy mucho y es un desconcierto total, a veces, difícil de poderse superar. Por qué, ves lo indeseables que son algunas personas, al saber utilizar a cognición, a otras gentes de su propio alrededor. No llegando a comprender, el por qué, esa utilización a su entera manía, no dejando títeres con cabeza visible y lanzándoles a una vida mísera y llena de incertidumbres constantes.
Púas no tiene,
carece de ellas, más faltaría…
hasta qué un día por arte de magia
salen a relucir los ancestros
encasquillados y es cuando
se aviva el fuego qué se retorció
entre las hojarascas
del desdecir incontrolado
Apariencias, se enderezan sin extrañarse, y sin embargo, si al lado estás, recibes enseñanzas de mucho cuidado
Quizás las cuentas no echas,
hasta no ver otras realidades
más simples y llanas,
son las qué te limitan a no ver
esos zarpazos que a hurtadillas,
te arrean sopapazos de rango celestial
Unifican latentes historias, para dejarte con la boca abierta de par en par, y sin darte una explicación, te enseñan sus fauces más agrestes y te quedas, sin tus propias palabras al darte cuenta, que los engaños se sirven en bandeja de bronce, bañados en plata de calidad rebaja convirtiéndose en acero quirúrgico
Entiendes, tanto qué es demasiado
se te abren los ojos
y el entendimiento,
sin saber a penas de qué va todo
se descalabra por completo…
Tiendes a no entender nada, pero cuando te das cuenta, se te palmetean las pestañas, al sentir qué sirves de postre, como si fueses una tarta de pudín extraordinario, ahí ves más de la cuenta y se te saltan todas las alarmas imposibles de adivinar
Estas de remoquete subido,
como si fueses un trasto viejo
para tirarse a un lado
de la carretera y no volverse a recoger
por inservible,
así te ven tus ancestros de al lado…
qué no te pertenecen ni de asomo,
por añísimos ahí estuvieron inertes,
siendo todo lo contrario
bien vivitos y coleando estaban,
aspectos engañosos se regocijaban
movíanse a sus anchas y eran visibles,
sin embargo… les faltaron las cuerdas de atar…
Palencia, martes 02 agosto 2016.
Acróstico, prosa y poema n31/2M16
©Mía Pemán
Debe existir toda una historia tras la trama, muy lograda en tres géneros, Acróstico, Prosa y Poema. Debo leerlo varias veces e imaginar atando cabos, para concluir. Un beso, misteriosa poeta.
ResponderEliminarPues me pasa lo mismo que a Yolanda, pero aprecio y valoro todo tu ingenio y arte eres única en este estilo...
ResponderEliminarMil besos...
A ver si esta noche te paso todo lo qué te debo, junto con la historia que lleva ésta trama...
ResponderEliminarVarios años he juntado ahí, recabando recuerdos que el día que lo feché, que es cuando lo empecé, me vinieron a la memoria. Qué a la vez, no hace muchos años de ésto. Pero, qué aún, se sigue juntando con otras cosas que a la par existen.
Un beso grande, Yolanda.
Caray, pues... muchas gracias, por qué te haya gustado ése complicado acróstico-prosa y poema, que va un algo liadillo.
ResponderEliminarUn montón de petonets,
Tremendamente intenso, Mía, este relato. Por lo que "algo" real y verídico debe haber tras él. Un abrazo,
ResponderEliminarMuchas gracias, Javier... es así, real y verídico, al completo... no hay ni una pizca que no sea una realidad...
ResponderEliminarUn día te lo podré contar, está ahí... aún.
Un abrazo grande...