Yo no te pedí más que un esbozo
del dibujo de tu boca fresca,
solo quería la línea de tus labios,
el perfilado rosa y la lectura
simétrica de un trazo.
Quise hacerme un collage con tu sonrisa.
Tú embestiste con la voz y la saliva,
condensaste la pulpa en la mordida
de los huérfanos tristes y dejaste
en la oscura pared la huella blanca.
Limpísima la ausencia de un retrato.
I.S.M.14 agosto 2016
©Isabel Suárez Mtnez- Cruz
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