Debí borrar tus huellas del asfalto
que grita a mis zapatos cuando pisan,
de todas las paredes y los charcos,
de la nube que forma con sus cantos
algodonadas letras que te citan.
Debí borrar y lo olvidé, las canciones
que encienden tu memoria en cada nota,
de los bellos poemas y emociones,
de la lluvia que besa los balcones
desmayando su llanto, gota a gota.
De los rayos del Sol y del almendro,
de todos los espejos y los vientos
donde habitas grotesco y empeñado,
de un Universo que te llama desgarrado,
debí borrarte y lo olvidé, lo siento.
I.S.M. 14 agosto 2016
© Isabel Suárez Mtnez- Cruz
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