Al Filo De Un Instante

Al filo de un instante tiritando en la certeza
me despojo de todo verso inútil, agotado
y de un siglo de voces que me han lastrado la boca.
Me sangran de las manos líneas negras infinitas
que un viento ciego de ignorancia en la nada siembra.

Cercenadas las figuras que otrora consagré
como almas espectrales abandonan mis retinas.
Las yertas palabras que mis oídos habitaron
huyen al compás de un son en acordes congelado;
boquea, náufraga, la razón en la turbia orilla.

A mis pies, inerte yace un reloj que devoró
todos los segundos que conformaron tu espejismo.
Liberada ya de atávicos ropajes que hieden
me busco el centro en un verbo claro que no encarcele
la verdad de este grito en un agónico silencio.

Desnudos mis impulsos de todo adjetivo estéril
-frivolidades que han errado pintándote el alma-
me guardo un aliento sereno que me cubra el rostro.
Renuncio a esta odisea que te mece entre unas letras
de trazos fantasmales sin un dios que los aliente.

© Mª Yolanda Gracia López

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