Ambivalencias

Un muchacho, que rosca no cataba,
más quemado que palo de churrero,
buscaba el consabido... aliviadero
cuando más, esta fiebre le acuciaba.
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Hacia tanto que el pobre, no mojaba
que una charca era buen abrevadero,
cuando en estas, tropieza majadero
a una hembra travestida, que pasaba.
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Se iluminan los ojos... del mozuelo
prendado de criatura tan hermosa,
que brinda una mirada de consuelo
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y se muestra al mancebo, candorosa
y en mohín incendiario, al rapazuelo
promete apaciguarle... aquella cosa.
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Vuelos de mariposa
son alegres en guerra... o primavera
tomando cualquier hoyo por trinchera .
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© José Salas Salas
Barcelona 17-09-15 (Es)