¡Qué Deleite más Encantador!

Sencilla parece verse, pero, tan sólo has de vivirla al máximo, si te apetece un día indagar en su interior, nada tan fácil, como servir la vida en esa copa ancha, para saber saborear con inmenso placer, lo que su burbujas te han de dar a entender, que no sólo se ha de tomar cuando hay una celebración especial... ¡¡Claro que no!!
Es más, siempre existe un momento para deleitarse con algo exquisito y sencillo a la vez, no hace falta esperar a que ocurra algo inusual.
La vida ya lo es de por si, entonces, a qué esperar...
Sí el pensamiento te regala algo bello, por qué se ha de menospreciar su belleza exterior, y no dejarse premiar por algo tan esponjoso, que al paladar le da el mejor relax que puede existir... tanta delicadeza, que se muestra como si fuese una balsa rellenando la superficie más alta y mullida que pueda verse flotar... casi hasta el mismo borde, se deja alcanzar, mientras el largo de la peana, se deja dibujar, para luego poderla asir, con extremada suavidad y firmeza.
Además, si te das cuenta, lleva tres beldades a la vista, las que te proporcionan, ese agradable sentir exacto, el que emana de su centro más excelso. Son tres rosas menudas, de "pitiminí", qué de esa manera, aromatizan de una forma esencial, el envés del perfecto paladar, el que se alcanza al primer instante, el que es el primero en saborear al máximo, lo que a su boca llega, con la sutileza del más delicado placer a poderse probar sin más nada y sin prever ningún protocolo adicional, tan sólo, dejarse llevar y acceder sin más nada... al primer sorbo, con la mirada primera, de ver.... cómo se acercan a tu vera más próxima... la que, al verlas venir, despacio y sin prisas, será capaz de adentrarse en su primer instante real y señorial...

Palencia, miércoles 28 septiembre 2016.
Prosa poética-Vuela Pluma 2M16
©Mía Pemán