Hay ángeles que aparecen y demonios que pululan
En todos los camposantos de tumbas mil, expandidos
Tumbas que nadie visita, otras de amores henchidas
Flores frescas, otras muertas, llanto, lágrimas, sonrisas
Paradoja repetida, implícita, encadenada… a la vida.
En todos los camposantos, hay consuelo en el santuario
Chicha paz resuma el aire dulzón, almizcle de flores,
Y rondan a contra viento, susurros de otros amores,
Historias narran las tumbas en dos líneas pequeñitas
Algunas hablan de amores, otras de olvidos o cuitas.
Cuando visito la tumba do ha tiempo están mis padres,
Señales de ellos espero, cuáles no sé a ciencia cierta,
Quizá consuelo a mis penas, orientación a mis dudas,
Aliento en algún empeño, Amor, en mi desconsuelo.
En ese momento nada, de lo que inquiero, responden
Es al paso de los días, en que tan sola me veo,
Que en inspirados reflejos en mi aparecen los dejos
De su paso por el tiempo, respuestas en sus ejemplos
En sus actos, y sus dichos, en cómo nos educaron
Ahí encuentro las señales que al visitarlos, espero.
He de seguir yendo a verlos, aunque no me digan nada
En el momento que quiero; mas, cuando los necesite,
Al recordarlos viviendo, me responderán… de nuevo.
© Yolanda Arias Forteza
En todos los camposantos de tumbas mil, expandidos
Tumbas que nadie visita, otras de amores henchidas
Flores frescas, otras muertas, llanto, lágrimas, sonrisas
Paradoja repetida, implícita, encadenada… a la vida.
En todos los camposantos, hay consuelo en el santuario
Chicha paz resuma el aire dulzón, almizcle de flores,
Y rondan a contra viento, susurros de otros amores,
Historias narran las tumbas en dos líneas pequeñitas
Algunas hablan de amores, otras de olvidos o cuitas.
Cuando visito la tumba do ha tiempo están mis padres,
Señales de ellos espero, cuáles no sé a ciencia cierta,
Quizá consuelo a mis penas, orientación a mis dudas,
Aliento en algún empeño, Amor, en mi desconsuelo.
En ese momento nada, de lo que inquiero, responden
Es al paso de los días, en que tan sola me veo,
Que en inspirados reflejos en mi aparecen los dejos
De su paso por el tiempo, respuestas en sus ejemplos
En sus actos, y sus dichos, en cómo nos educaron
Ahí encuentro las señales que al visitarlos, espero.
He de seguir yendo a verlos, aunque no me digan nada
En el momento que quiero; mas, cuando los necesite,
Al recordarlos viviendo, me responderán… de nuevo.
© Yolanda Arias Forteza
Me ha gustado, Yolanda. Muy bien tratado el "asunto" y con gran lirismo, como nos acostumbras en tus composiciones. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta cómo tratas el tema, de por sí, no lleva tristeza, si no, recuerdos de unas vivencias delicadas, de tus padres, quizás amistades también... y familia más cercana.
ResponderEliminarEs tú forma de escribir, detallando sin reflejar instantes, y sí momentos vividos.
Un beso, Yolanda.
Gracias, José Jav ier, un halago que me leas... aunque después de leer a todos mis "colegas", te incluyo, mi romántico amigo, siento que debí hacer algo más entre tétrico y ligero... Sonrío, sonríe...
ResponderEliminarGracias, Mía. Ahora me doy cuenta que la fecha se presta para embromar un poco a la parca. Y yo, tan... seria. Tomo nota y me alivianaré para el próximo año.
ResponderEliminarMuy buena... Esa sí que ha estado la mar de genial. Un beso grande, Yolanda.
ResponderEliminarY que importa la fecha, que importa el sexo si el amor es puro como pura lo es el arte que has plasmado.
ResponderEliminarUn privilegio leerte gracias..
besiños.
Gracias, Greg. Mis versos simples, que tú embelleces.
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