Érase una vez que se era,
o tal vez no era y fue,
o quizá no ha sido y será
-porque todo puede ser-
que aquello que pensé,
o creí que llegaría a pensar,
pensándolo estoy todavía,
sin temer cuánto pensaré
porque sin saber
si alguna vez supe,
nunca he sabido
lo que sin duda sabré.
Mas no espero por esperar,
puesto que esperando ya no estoy;
y no esperaré ya más
todo lo que sin cuenta esperé.
Hasta aquí llegué
-o llegaré mañana-
o incluso estoy por llegar;
y puede que aún llegando esté.
Aquello que quería decir
-y no dije-
he dicho,
aunque aquí no diré
lo que esperáis que diga
porque, si ahora todo dijera,
nada, al fin, quedaría por decir.
© Mª Yolanda Gracia López
o tal vez no era y fue,
o quizá no ha sido y será
-porque todo puede ser-
que aquello que pensé,
o creí que llegaría a pensar,
pensándolo estoy todavía,
sin temer cuánto pensaré
porque sin saber
si alguna vez supe,
nunca he sabido
lo que sin duda sabré.
Mas no espero por esperar,
puesto que esperando ya no estoy;
y no esperaré ya más
todo lo que sin cuenta esperé.
Hasta aquí llegué
-o llegaré mañana-
o incluso estoy por llegar;
y puede que aún llegando esté.
Aquello que quería decir
-y no dije-
he dicho,
aunque aquí no diré
lo que esperáis que diga
porque, si ahora todo dijera,
nada, al fin, quedaría por decir.
© Mª Yolanda Gracia López
Gracias, Greg. Le tengo un cariño especial a este poema.
ResponderEliminarUn abrazo