Hasta Mañana, Querida y Adorada Doña Luna

 

https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/originals/93/1b/79/931b79758eb2020e616758a4deeaebbf.jpg

Embobada está doña Luna, la atraparon cuando despistada estaba, y entre sedas la cogieron, escondiéndola en una cajita de cristal, para que pudiera ver su mundo extraordinario, sin qué se escapase del vecindario.

Ay, doña Luna, se le ve triste y ojerosa, qué le pasará a la pobre... Quizás esté llorosa, la han dejado sin poderse mirar en el espejo mundial... Qué por no tener, ya no le dejaron ser "libre cómo una amapola en su campo del verde prado".

Se estremece cómo una hoja de pavo real, fina y reluciente, delicada y alegre, que es admirada en todo su frágil contexto y encima, se la puede apreciar en su maravilloso ejemplar natural, libre… exponiendo su maravilloso ramo alrededor suyo, qué parece imposible tanta belleza junta, al expandirse todo el ramo al completo cómo si de un abanico gigante se tratase…

Ella, la más hermosa de la negrura nocturna, esa qué vela nuestro soñar y hasta casi el despertar, nos acompaña, como si fuese nuestra guardiana de las noches, en su espectacular paseo, el qué ilumina cada día esas plateas enormes y cuando llena y plena está, deja entrever su contento singular, transmitiendo su especial alegría, que con ella inunda los hogares de pequeños y grandes, haciéndonos partícipes de su buen humor.

Cuántas noches, se habrá bañado entre las espumas blancas del atardecer, en esos días claros, qué suele llegar mucho más temprano de lo común y las nubes le dan ese empuje, para que no se caiga, mientras mira su estampa en las cristalinas aguas de un río o de las orillas de una playa, entre los cascabeles y cascarejas que llevan y se traen, hacía los bordes de sus mares, mientras se bambolea plácidamente, al compás de su propio vaivén, con la complicidad de los días, que le van enseñando sus propios trucos, y así ella, se divierte entrelazando sus sentimientos, llenos de bondad y recogiendo los albores, en caminos y veredas, cuando va subiendo las montañas y llegándose a mundos muy diferentes unos de otros y del suyo propio.

Las cascarejas y los cascabeles, al final, le ponen a su alrededor, ese collar blanco, que lleno de perlas lleva cada día, al verla hermosa y sonriente, qué siempre nos enseña su sonrisa particular.

Buenas noches doña Luna, que usted lo pase bien en su paseo diario, guárdenos bien, qué necesitamos una serena noche singular en su excelente compañía… no nos deje caer en malos sueños, que luego, no sabemos dormir ni soñar con usted, doña Luna cascabelera… Sueños felices y despertar de dioses, esperamos goce de su estancia, en la agradable compañía de todos los que la moramos…

Hasta mañana, querida y adorada doña Luna, la más excelsa, la más deseada y la más querida de todos los reposos, que mansos sean sus despertares y alegres sus balanceos entre las dunas del vivir eterno. ¡Hasta luego, vívalo usted, muy bien!

Palencia, jueves 24 noviembre 2016.
Prosa Poética Lunar 2M16
©Mía Pemán