La Escalera del Dolor

Todo en esta vida empieza con un dolor, al nacer la madre siente como su cuerpo se parte en dos para dar paso a su hijo desde sus entrañas hasta que él rompa a llorar por venir a este mundo que sufrimiento cada contracción para salir de su mamá y vivir por sí solo.
Dolor, cuando crees en alguien y su respuesta es darte la espalda y hasta el olvido.
Dolor a cada paso cuando tropezamos pensando que nos caeremos al abismo, nadie nos sujetará porque a nadie le importará.
Dolor cuando ves tanta injusticia, humillaciones y guerras donde mueren inocentes sin saber la causa y sin tener nada que ver en ello.
Dolor inmenso cuando por lejanía o al transcurrir el tiempo, el corazón se va helando quedándose tan sólo con el primer beso y te permite olvidar que sigues viva pero tan sólo de recuerdos.
Dolor en el alma, cuando tanto quieres y ves como poco a poco todo lo que querías se va esfumando a causa del tiempo o porque llego su último invierno.
Dolor insufrible cuando una madre pierde a un hijo sangre de su sangre, por ley tenía que dictarse que ninguna madre viera morir a su hijo, no hay peor dolor, no hay lágrimas secas, hay un río que desemboca en la mar.
La vida conlleva dolor y sufrimiento para recordarnos que estamos vivos y aunque pocas veces el dolor se aparta para ser dichosos del resurgir del otoño, ver un amanecer junto al mar donde todos los tonos de la felicidad se funden.
El dolor es tristeza, es síntoma de locura, es un infinito de culpas sin excusas. Cada cual subirá su escalera de dolor con escalones pequeños de calma.

©Manoli Martin Ruiz