Lo que el otoño nos robó

otono

Hoy, en un ataque de tremenda soledad de una tarde otoñal más, mis pasos me llevaron a pasear por nuestro parque favorito de tantas idas y venidas cuando en el tiempo era primavera o verano; tantos paseos tomados de la mano o abrazados con intensa pasión.   Y tantas fantasías inventadas en común cuando al atardecer nos sentábamos en nuestro banco preferido esperando que la tarde cayese lentamente sobre nosotros.

En cambio ahora, siguiendo el rastro del reguero inconfundible de hojas secas sobre el camino, cuyo sonido al ser pisadas me acompañaba en mi soledad, me he detenido de pronto en medio del parque y te he buscado con verdadera fruición.   Me he dirigido presto hacia nuestro banco de tantos días y, al instante, me ha podido la emoción y te he añorado como nunca antes lo había hecho.

En el ambiente del parque reinaba la más absoluta soledad, nadie transitaba por sus caminos, ninguna pareja paseaba por él abrazada o se hacían carantoñas en las inmediaciones de los bancos escondidos bajo aquel grupo de árboles del final del camino totalmente poblados de hojas, como ocurría indefectiblemente cada día de verano o de primavera.

Ahora, en este otoño que ha marchitado nuestro amor y ha poblado de momentos tristes mi vida, era la soledad la que se apoderaba del lugar a grandes bocanadas, emanando desolación a manos llenas, como buscando el reposo por algún tiempo y tratando de recuperarse del movimiento constante y el murmullo incansable de otro tiempo.  Como intentaré recuperar nuestro amor, para que vuelva a lucir fresco y alegre al comenzar la primavera, y volvamos a pasearle, abrazados con intensa pasión, por éste nuestro parque, que hoy tan triste se encuentra.  Y que seguro nos echará en falta...

© J. Javier Terán

Comentarios

  1. Como nos hace recodar un amor, un lugar unas hojas y un banco, es como volver a vivir lo. Triste recuerdo y añorado amor que terminó.
    Un abrazo Javier.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Carmiña, por tus palabras. Sí, todo eso es lo que cuenta mi relato; lo que pasa es que al final se abre una pequeña esperanza de que la relación se retome...
    Un abrazo,

    ResponderEliminar

Publicar un comentario