PASION CANDESCENTE

 



 

 

Noches de verano, cuando los cuerpos, están tendidos en sus lechos, dando vueltas, para poder descansar unas horas antes de volver al calvario del sol justiciero, quisiera quemarnos, por cuando nos alegrábamos a causa del que el rostro se nos helara, en invierno tantas noches de fuego abrasador cuando nuestros cuerpos se encendían de pasión quien sabe si era por el frío invierno o quizás porque éramos dos amantes insaciables. Desearte y desearme era en uno, no había espacio que no conociéramos, rincones escondidos dentro de nuestros cuerpos, sabíamos satisfacernos mutuamente, mis manos entrelazadas por encima de tu cuello, te atraía  junto a mi boca, donde te esperaba una jugosa fruta de la pasión, cual tu nunca rechazabas, tus manos avanzaban por debajo de mis caderas, atrayéndome con mirada de ángel, sabiendo que me quemaría contigo ,benditas noches de invierno que nos invitaba a dar rienda suelta a jugar desnudos delante de la chimenea, pareciese tener envidia de nosotros porque solo nos encendíamos, ella no nos hacía falta.

Poco a poco la chimenea se fue apagando al contrario que nosotros cada día, era nuevo, con más pasión, tan solo con una mirada comprendíamos que nos necesitábamos otra vez. Tardes de primavera, al resguardo de gran sauce, nos tendíamos, nos mirábamos, charlábamos del futuro inmediato, sabíamos que mientras nuestras brasas no se apagaran seguiríamos amándonos como adolescentes. Aguas del río que corrían frescas y claras con el alba, allí nos bañábamos, besándonos, nunca escondíamos nuestro amor, nuestra pasión afloraba como cuando florece un rosal con el roció de abril.

Los elementos de esta tierra están aliados con nosotros, entra una suave brisa en esta noche calurosa por nuestra ventana, olor a madre selva y jazmines se juntan a nuestro alrededor, pétalos de rosas entran revoloteando en nuestro lecho se posan, nos invitan a amarnos hasta el amanecer para después dormirnos placenteros sabiéndonos que en cualquier estación del año, nos amamos con pasión desde el primer día hasta nuestro final.

©Manoli Martin Ruiz

Comentarios

Publicar un comentario