Y la Voluntad no se Hizo, se Desplegó

https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/564x/e7/90/75/e790753c47ad20694df70a89e3ae6ae1.jpg

Cayeronse los desniveles, hasta el bajo fondo
ni más ni menos, saltaron descansillos
no tropezaron ni nada, solo rebotaron
salpicándose los umbrales hasta la rotonda,
orejas quedaron escuchando cómo seguían cayendo
las más de cien mil moléculas invisibles,
qué sufrieron lo indeseable
y sin llegarse al hondón, facturaron carcajadas.

No se hizo nada, se desplegó la voluntad que se dejó arrinconada más las vicisitudes mandaron las comidillas al imperio del decimosexto servicio, el qué a las horas, dejó de subsistir de los demás, esos qué no escuchaban nunca, pero, qué desde un tiempo para allá, se dejaron ver y de puntillas, pasaron las avenidas corriendo y trotando…

Qué chocante es la calma adicional, esa qué
se viste de esperanzas rotas,
la qué dice y desdice tantas veces
que ni se aguanta de pie, porqué caería rota.

Viejas usanzas en el aire van quedando, inhóspitas e inservibles
otras sin embargo, se aderezan con miel y menta,
consabidas las alabanzas que sin permiso se te acercan
los viajes se quedan boquiabiertos, sin habla
enmudecen de espanto y no saben el por qué.

Desplegaronse las alas al viento, cuando saltaron las chispas
por todos los lados y rompiendo moldes,
desenchufados los enchufes
se partieron entre doceavas partes
y añicos menudos se quedaron, reajustados para siempre.

Laberintos tiene el sentido poco práctico
y lleno de partículas baratas, está
no sabiendo con exactitud,
lo qué pinta en cada historia que se le acerque.

Demoliendo sentimientos anda el sentir,
que por no saber, no comprende nada
entrelazase a las veredas que se le cruzan,
como si fuese la gran importancia a vivirse.

Parados los instintos atascados
inhóspitos y minados, quedaron
nada les controla, por eso mismo huyen
su soledad, les despista al completo
perplejos y distantes, vagan sin rumbo
objetivizando momentos aún no vividos.

Sigilando los días, con cuidado y esmero desmedido
se posicionan en el envés del sentido opaco,
salen al paso de todo y de nada a la vez
saben posicionarse en las máximas esencias,
siendo admirados por quienes les agrada
ser los primeros en ver las cosas diferentes,
sienten lo mismo que los demás
sin mirar allá o aquí,
solo van andando con la cara descubierta
sabiendo encender los momentos que han de vivir.

Y la voluntad no se hizo, se desplegó

Al fuego, se acercaron para no sentir
ese frío del invierno, acercarse
mientras las flamas subían más y más,
los dos estaban ahí…
mirándose con el ingenio avispado,
más contentos que un ocho al revés
calentitos y oliendo a maderas de abedul,
a la espera de ser sorbidos poco a poco
con el despacio en el semblante y el calorcillo,
justo al lado… viendo sus rostros sonreír
arropando los sentires de momentos gratos.

Palencia, viernes 05 noviembre 2016.
Poema 48/2M16
©Mía Pemán

Comentarios

Publicar un comentario