Cada risa es un canto divino
cada flor representa el donaire
de la brisa que envuelve el camino
del silencio que se lleva el aire...
...la verdad que se oculta en las ramas
puedes verla de frente cuando amas
Trovadores que cantan la tierra
disfrutando de calma y fervor
la palabra sonríe y se aferra
al terruño del buen labrador...
...en el verso se oculta la idea
y lo triste es que nadie la vea
Es un verso en la lira que anima
es un ritmo sereno y salvaje
es un eco posible que rima
con el alma que oculta el paisaje...
...y el paisaje se muere por dentro
y por fuera todo es desencuentro
Unidad de lo simple y lo bello
bondadosa fragancia del día
un instante del yo sobre el ello
recobrando la fe y la alegría...
...unidad que se rompe en la nada
y eran luces para la mirada
Autoexamen de cada momento
cuando se oye en el verso el latido
cuando brota en la luz lo que siento
cual esencia de Dios en mi oído...
...y es tan puro el silencio en la flor
que nos puede inspirar el Amor.
©Julie Sopetrán
Precioso Julie, eres una gran poeta.
ResponderEliminarBesos niña
Muchas gracias Carmiña. Un fuerte abrazo y cariño.
ResponderEliminarQue hermosa conclusión.
ResponderEliminarEl silencio de la flor
Perdona se me escapo el comentario.
ResponderEliminarTe decía
Que hermosa la conclusión del silencio de la flor que inspira al amor.
Esta poesía es exquisita. Bella, inquiere del corazón belleza que se va pintando con estilo suave. Igual como hace un pintor con sus obras. Dando vida y regalando matices distintos pero todos acordes al sentir de cada expresión.
Gracias mi Julie.
Un abrazo mi niña.
Gracias a ti, por leer, por analizar y por sentir. Mi abrazo fuerte.
ResponderEliminarUna enorme descarga de sentimientos, Julie, hacen de tus versos un primor su lectura. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias Javier, agradezco mucho tu comentario. Mi abrazo y feliz fin de semana.
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