ME NIEGO


Se acabó.
Se han marchitado
las margaritas.
Nunca seré poeta.
Sólo hay borrones de tinta
y poemas mediocres
en mi agenda,
y me niego a escribir
bazofia sin médula,
por mera complacencia
sin que sirva de algo,
al menos para mí misma,
antes prefiero
contar ovejas
mientras no duermo
o emborracharme con la tinta;
pero sobre todo,
me niego a escribir
lo que no sienta
que me grita
desde las entrañas,
lo que no me arda
cuando lo escupa,
lo que no me queme
en la boca,
lo que no me galope
en la sangre,
como una fiera salvaje.
Lo que no sirva de abono
para abrir nuevos senderos,
lo que no rinda su fruto
para ayudar a un enfermero,
para detener un desahucio,
para educar un retoño,
para ayudar a un abuelo...
Para detener este invierno
que nos deja mudos.


© Hergue A.

Comentarios